viernes. 26.04.2024

 

El Consell de Mallorca ha fijado en 430.000 el techo de plazas de alojamiento turístico para la isla, de las que 115.000, un 26,7%, se ubicarán en viviendas de alquiler para visitantes y las 315.000 restantes en establecimientos hoteleros.

 

El gobierno de coalición (PSOE, Podemos y MÉS) de la institución insular ha presentado su propuesta de Plan de Intervención en Ámbitos Turísticos (PIAT), que regulará la distribución de los alojamientos vacacionales a partir de las premisas de "contención y equilibrio territorial".

 

Así lo ha destacado el presidente del Consell, Miquel Ensenyat, para quien esta normativa de ordenación del turismo ha de servir para "poner orden" al modelo económico de la isla, donde la actividad vacacional genera un 45% del Producto Interior Bruto y el 32% del empleo.

 

La consellera de Territorio e Infraestructuras, Mercedes Garrido, ha resaltado que la regulación no será de aplicación para los hoteles y viviendas de alquiler ya autorizados y que a partir del 1 de agosto podrán volver a solicitarse licencias para arrendamiento a turistas en las zonas declaradas aptas, con un límite de 20.000 hasta la aprobación definitiva del PIAT.

 

 

En este periodo transitorio (que puede llegar a dos años), se podrán adjudicar un máximo de 10.000 nuevas plazas hoteleras. Tanto las futuras plazas de alquiler como las de hoteles forman parte de las 15.000 y 28.000, respectivamente, contempladas dentro de las bolsas de plazas pendientes de asignación previstas en la norma.

 

"En verano la capacidad de acogida ha llegado al límite", ha asegurado Garrido, que ha incidido en la regulación restrictiva del uso del suelo rústico con medidas como la prohibición total de alquiler vacacional en el rústico protegido o en viviendas que a día de hoy no estén construidas en el rústico común.

 

Además, no se permitirán nuevos hoteles rurales, aunque sí alojamientos ligados a explotaciones agrícolas, ni se concederán nuevas licencias para crear campos de golf. "Mallorca tiene 23, es una oferta más que suficiente", ha afirmado la consellera.

 

El PIAT contempla como "zonas turísticas maduras saturadas" las de Playa de Palma-S'Arenal, Peguera, Santa Ponça, Palmanova-Magaluf, Cala Millor-Cala Bona-Son Moro-S'Illot y Calas de Mallorca, estos dos últimos incorporados al proyecto inicial a instancias de la Comisión Balear de Medio Ambiente.

 

En estas zonas se tendrán que desarrollar planes de reforma y en otras declaradas maduras pero no saturadas, que son Cala Rajada-Font de sa Cala, Can Picafort y Port d'Alcúdia, se realizarán igualmente planes especiales para evitar su saturación.

 

En las zonas maduras se permitirá el alquiler vacacional durante un máximo de 60 días al año siempre que más de la mitad no sea en julio o agosto.

 

El plan, de vigencia indefinida pero con obligación de ser revisado en diez años, distingue entre núcleos residenciales de primera y de segunda residencia (como Sa Rapita o la Colònia de Sant Pere), en los que se limita el crecimiento tanto de las viviendas residenciales como de los establecimientos con licencia turística.

 

Como herramienta de ordenación urbanística, el PIAT requerirá de la adaptación de los distintos planeamientos municipales, para lo cual determina también densidades máximas de plazas turísticas en suelo urbano con una media general de 25 por hectárea. Las ratios varían desde las 120 plazas por hectárea de las grandes zonas turísticas a las 6 del suelo urbano en zonas de primera residencia.

 

Contempla asimismo la norma la regulación de dotaciones turísticas como el acceso a las playas y las rutas para la práctica del ciclismo y el senderismo, incluidas con criterios del modelo de desarrollo turístico que impulsa el Consell, según ha destacado el conseller insular de Economía, Cosme Bonet.

 

La previsión del gobierno del Consell es que el PIAT, que será sometido a un proceso de explicación y debate con instituciones y entidades, quede aprobado definitivamente en un año.

 

Mallorca se fija un techo de 430.000 plazas turísticas, el 26% en viviendas