viernes. 19.04.2024

La actividad turística en España crecerá en 2018 por primera vez en diez años por debajo del conjunto de la economía por el menor dinamismo de los principales mercados emisores y la recuperación de los destinos competidores en el Mediterráneo, según la Alianza para la excelencia turística, Exceltur.



Exceltur ha revisado a la baja el crecimiento de la actividad turística en España para 2018 hasta el 2,6 %, desde un 3,3 % que auguraba en abril, cifra que se sitúa una décima por debajo del desempeño que los analistas estiman para la economía española (un 2,7 %).



Esta revisión se debe a la desaceleración de la actividad en el segundo trimestre por la combinación de factores atípicos como adversas condiciones atmosféricas, celebración del mundial de fútbol o inestabilidad política en Cataluña, ha explicado el vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda.



Sin embargo, la capacidad de generación de empleo del turismo se mantiene ante la mejora de las perspectivas para el verano, cerrando el trimestre con un aumento del 3,2 % en el número de afiliados a la Seguridad Social (62.736 más que en junio de 2017), hasta alcanzar sus valores máximos superando los 2 millones (450.000 más que en 2009).



Para la temporada de verano, las empresas anticipan, no obstante, una ligera aceleración del crecimiento de sus ventas y sus resultados, impulsada por la demanda nacional y los mercados de larga distancia.



Los destinos del interior (las dos Castillas, Madrid, Navarra y Aragón), País Vasco, Galicia y la Comunidad Valencia, en la costa, presentan las mejores perspectivas para el verano, mientras Baleares, Canarias y Cataluña descuentan caídas.



El incremento del precio del petróleo, junto a los posibles episodios de conflictividad laboral sobre el transporte aéreo, "pueden impactar negativamente en el desempeño de la actividad turística en el verano", ha advertido Zoreda.



En lo que va de año, la demanda de los extranjeros se ha estancado en volumen, pero es destacable su crecimiento notable en ingresos, gracias a nuevos perfiles de turistas de mayor gasto medio diario.



En este sentido, Zoreda ha destacado el aumento del turismo de negocio, que, impulsado por el buen comportamiento de la economía española y su capacidad para atraer inversiones, crece a ritmos de dos dígitos, y de los mercados de larga distancia como EEUU, Rusia, Latinoamérica y países nórdicos.



En cambio, la demanda de los mercados tradicionales europeos, Reino Unido, Alemania e Italia, se ha resentido por la recuperación del Mediterráneo oriental, principalmente de Turquía y Egipto, ante la relajación de la amenaza terrorista, lo que está afectando a los destinos españoles del sol y playa.



Exceltur apunta a un comportamiento "dual" del turismo extranjero en España, ya que crece a las zonas de interior, las ciudades y el norte, y cae ligeramente en los destinos vacacionales más importantes (Canarias, Baleares o la costa mediterránea).



A pesar del buen inicio del año, la demanda española ha mostrado cierta debilidad en primavera, cerrando con la mayor parte de indicadores de alojamiento en valores negativos.



Su dinámica ha estado marcada por un menor volumen de escapadas a ciudades y la costa, por el mal tiempo y la celebración anticipada de la Semana Santa, así como por el exponencial uso de las viviendas de alquiler, que ha detraido demanda del resto de fórmulas de alojamiento.



El balance empresarial del segundo trimestre confirma la estabilización del desempeño turístico respecto a los excepcionales crecimientos experimentados en los últimos cuatro años, con un leve retroceso de los resultados respecto a los de 2017, año récord probablemente "irrepetible" de la historia.



No obstante, la incidencia sobre los resultados empresariales entre los distintos subsectores ha sido desigual, mostrando menos dinamismo los hoteles, el ocio y las agencias de viajes frente a la mejora de las de transporte.



Baleares y Canarias, por la recuperación de los destinos competidores; Cantabria, Asturias y La Rioja, afectados por las condiciones atmosféricas, y Barcelona, por la bajada del turismo de negocios, cerraron el segundo trimestre por debajo de los buenos resultados de 2017.

El turismo crecerá por debajo de la economía por primera vez en 10 años
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