viernes. 29.03.2024

Por si acaso… Aunque no conviene cargar con la casa a cuestas al salir de vacaciones, sí es conveniente pensar en posibles imprevistos para los que es mejor estar preparado. Y se puede hacer la maleta pensando en esas cosas sin llenarla de cosas inservibles.

 

Viajar implica exponerse a lo desconocido. Es aprender a convivir con nuevos espacios y situaciones. Nunca se sabe qué y cuándo puede ocurrir, pero -al igual que en la cotidianidad-, el viajero precavido vale por dos. Por eso, antes de lanzarse a la aventura, se recomienda ponerse en situación y, para ello, aquí tenéis presenta los siguientes consejos, que te ayudarán a elaborar una maleta perfectamente funcional.

 

Una maleta lo más práctica posible

Elaborar una lista es uno de los métodos más simples y efectivos a la hora de hacer la maleta. De esta forma, el viajero puede prever lo necesario en función del turismo que haga y, en consecuencia, distinguirá más fácilmente lo importante de lo prescindible. Aunque en un principio se desconozca el destino de viaje, existen factores invariables que conviene dominar antes de viajar, como el clima y las leyes, que además nos regalan pistas para preparar una maleta objetivamente funcional.

 

WowTrip da una serie de trucos básicos para elaborar una maleta ajustada con la realidad y que evite el sobrepeso innecesario, preparada para la comodidad del viajero.

 

1- Haz una lista, desde varios días antes de salir, y ve agregando en tu maleta cada pieza de ropa enrollada para ahorrar espacio y procurar tu propio confort; así verás también las cosas que debes eliminar. Distribuye los elementos pesados a mitad de tu equipaje e introduce los más delicados al final.

 

2- Cuando conozcas tu destino y tu momento de vacaciones, ten en cuenta el clima específico al que te vas a exponer para poder hacerte una idea de qué llevar en cuanto a ropa y calzado.

 

3- No olvides incluir un neceser, pero ten en cuenta las leyes de los aeropuertos. Tus artículos personales y de higiene deben cumplir con unas características: frascos “tamaño viaje” para cada producto líquido, que no podrá superar los 100 ml, o calcular que la longitud de las tijeras no sea superior a 6 cm son algunos ejemplos.

 

4- Apuesta por las combinaciones en función del número de días que estarás de viaje y ayúdate de piezas básicas y cómodas. Crea, al menos, dos combinaciones, y lleva contigo dos variedades de vestimenta y zapatos que sean aptos tanto para caminatas como para paseos. Es recomendable, también, llevar bolsas de tela y plástico: ya sea para separar la ropa sucia de la limpia, o recoger las basuras que generas, ocupan poco y sirven de mucho.

 

5- Lleva tus dispositivos electrónicos y documentos siempre contigo para que estén seguros y hazte con candados para tu equipaje antes de viajar. Evita, en el caso de los dispositivos electrónicos, que se golpeen entre ellos para mantenerlos a salvo de roturas.

 

Organizar un botiquín de básicos es de viajeros precavidos

Un simple corte en un dedo, una quemadura, un golpe en el codo, una picadura o una mala caída, son situaciones que, además de fastidiosas, son susceptibles de convertirse en susto si no se tratan a tiempo. Por eso, será positivo llevar siempre en la maleta un pequeño botiquín, a modo de “maletín de primeros auxilios”, que contenga algunos básicos sanitarios.

 

Para organizar el botiquín, a la hora de decidir qué tipo de material sanitario, mediQuo establece cinco imprescindibles que no pueden faltar en la maleta de ningún viajero.

El protector solar es, cada vez, más necesario para proteger la piel de posibles quemaduras. También conviene acompañarlo de otros elementos como viseras y gafas de sol.

El repelente de mosquitos viene a ser la esencia de la prevención en verano, especialmente si hay agua dulce cerca del lugar donde nos ubicamos, ya que hará de nuestra piel el lugar de lo menos atractivo para mosquitos, moscas, garrapatas y pulgas.

Los corticoides tópicos ayudarán a bajar rápidamente la comezón e inflamación de cualquier picadura, ya sean de insectos o de animales marinos, como las medusas.

El material de curas suma varios utensilios que ayudarán a solucionar cualquier herida menor: agua oxigenada, desinfectante yodado o betadine, tijeras, esparadrapo y gasas estériles.

Los medicamentos antitérmicos y analgésicos son los más utilizados ya que pueden ayudar en caso de que aparezca fiebre o dolor muscular -para los viajeros deportistas- y de cabeza.

¿Cómo organizar una maleta de viaje para vacaciones?