Mallorquín de nacimiento, el chef Roger Busquets se ha incorporado recientemente al grupo Es Rebost para unificar y impulsar desde el interior el concepto: ‘Mallorquinitza’t amb noltros!’.
-¿Cuáles fueron tus inicios como chef?
-Desde pequeño me encantaba pasar tiempo en cocina, realizar panades y crespells con mi familia en el campo, y comer bien, aunque nunca me lo llegué a plantear como profesión hasta el momento que tuve que decidir que estudiar para mi futuro. Así que acabé en la Escuela de Hostelería en la UIB y no me arrepiento de la elección, ya que, me encanta la cocina y las sensaciones que a través de ella se transmiten a la gente. Creo que para conocer un pueblo-cultura debes empezar por sus mercados y cocina.
- ¿Cuáles son tus referentes culinarios?
-Me encanta la cocina francesa clásica. En mis inicios, en el Hotel Son Vida, había un chef francés al cual admiraba y del que aprendí mucho, así como del resto de compañeros en aquella época. Fue mi segunda escuela de cocina.
-Tu ‘sí quiero’ a Es Rebost...
Después de estar muchos años en una zona de confort muy grande, llegué a darme cuenta de haber perdido toda aquella ilusión.
Recuerdo haber ido al primer Es Rebost de Jaume III, hace casi ya 6 años y flipar con la mesa de piedra y lo bueno que estaba ese sandwich de pollo del cual me enamoré. Sólo pensaba quien debía haber tenido aquella genial idea de local y de producto.
Así que después de un día de duro trabajo esperando que unos clientes terminaran de cenar, vi en Linkedin la oferta de Chef Ejecutivo de Es REbost y me hizo mucha ilusión. Sin dudarlo, aunque algo asustado con el cambio que podía suponer, envié el currículum y aquí me tenéis!
- Avances que se puedan decir de tu llegada al grupo.
-En tres semanas lo principal ha sido conocer el equipo, coger rodaje de procesos de trabajo actuales e ir pensando en nuevas presentaciones de producto, etc. Uno de las novedades que además hemos introducido esta semana ha sido nuestro ‘Variat reboster’ que podréis probar en el restaurante de Plaza de España desde las 9 horas y hasta las 17 horas. Un plato tan típico mallorquín debía tener su lugar en un sitio como Es Rebost.
- ¿Qué queréis transmitir a vuestros clientes desde la oferta gastronómica hasta que llega a su paladar?
-Sin ninguna duda: sabor a roqueta. Aunque tenemos platos “mallorquinizados” queremos que el cliente reconozca Mallorca en cada bocado y además reconocer que es un producto de primera. Yo que desde hace años trabajo en hostelería, no me acordaba lo que era un buen queso y una buena sobrasada, de verdad, lo echaba de menos!
Nuestros clientes tienen la suerte de que haya un equipo de personas, y sobretodo un Helmut Clemens, que se preocupen tantísimo por la calidad, por lo artesano, y todo lo que aquello representa para Mallorca. Así que sin ninguna duda, nuestros clientes llegaran a sentir calidad artesanal si piden un plato en Es Rebost.
