Emprender, crear una empresa con poca o escasa financiación, sin una seguridad de ingresos los primeros meses y sin tener clara la rentabilidad de tu negocio son interrogantes que frenan a muchas personas a la hora de poner en marcha un negocio. Desde hoy lo van a tener un poquito más fácil.
La Ley del Trabajo Autónomo aprobada por el Gobierno a finales de agosto y que entra en vigor este sábado 10 de octubre, permite que todo el mundo que quiera inscribirse como autónomo pueda compatibilizarlo con la prestación de desempleo en caso que la tuviera. Ello permite al nuevo emprendedor tener un colchon monetario importante mientras se empieza pero también debe tener en cuenta que existen unos límites.
En realidad el Gobierno lo que ha hecho es extender a todo el mundo una posibilidad que ya tenían los menores de 30 años desde hacía tiempo.
Es decir, que desde que se tramite el alta de autónomo se permite segir cobrando el subsidio de desempleo durante 9 meses. Además esta fórmula permite al beneficiario quitarse de encima algunas obligaciones como la de sellar la tarjeta del paro trimestralmente o la busqueda activa de empleo.
En caso que pasados estos meses su actividad como autónomo no sea viable económicamente puede tramitarse la baja y el trabajador continuará teniendo derecho a cobrar subsidio de desempleo si aún le resta meses cotizados.
Los requisitos que se piden soy muy sencillos. El nuevo autónomo no debe tener trabajadores contratados a su cargo. Además tiene que presentar una petición en la oficina del paro dentro de los 15 dias sigüientes al inicio de su actividad por cuenta propia.
Esta posibilidad se añade a otra ya existente y más conocida como es la de capitalizar una parte o la totalidad del desempleo para invertir en la nueva empresa. A diferencia de la anterior fórmula, en esta caso se paga todo el dinero de una vez. Eso si, será necesario justificar todos y cada uno de los gastos y presentar un plan de empresa y de inversión previo.
Hasta hace poco solo las mujeres menores de 35 años y los hombres menores de 30 podían dedicar la totalidad de la prestación a la que tenían derecho. El resto solo podia acceder a un máximo del 60%. Esto ahora también ha cambiado y ya no existen límites de edad. Todo el mundo puede capitalizar el 100% del paro.
