Más de 1.200 famílias de Baleares ya han optado por disponer en sus hogares de energia limpia suministrada por Som Energia. Estos 1.200 clientes se corresponden con más de 1.400 contratos.
Esta cooperativa de consumidores que comenzó a operar hace más de 4 años ha conseguido sumar en todo el Estado más de 28.000 contratos con un ritmo de crecimiento importante en los últimos tiempos.
Así lo asegura Eduard Quintana, responsable de comercialización de Som Energia que explica que actualmente estamos creciendo a un ritmo de entre 600 y 800 usuarios nuevos cada més.
Quintana pronunciará este jueves una conferencia en Palma en donde explicará el modelo de funcionamiento de Som Energia. Todo ello se debe enmarcar además con una comercialización cien por cien on line.
Dentro de estos 28.000 contratos ya se han registrado algunos centenares de empresas pequeñas y medianas. Suelen ser autónomos que prueban el servicio en casa y después se deciden por ponerlo en sus negocios.
Esta cooperativa garantiza a sus clientes que el suministro de energia producida en su totalidad mediante sistemas respetuosos con el medio ambiente. El funcionamiento es muy simple. Cualquier persona puede pasar a ser socio con un abono inicial de 100 euros y contratar sus servicios con unas tarifas que según Quintana "se encuentran entre las más competitivas del mercado". Una parte de la electricidad la produce la misma cooperativa a través de sus proyectos
La cooperativa produce parte de la energia con diferentes proyectos propios financiados por los socios. Quintana además explica que, al ser una entidad sin ánimo de lucro, no hay beneficios y que si existieran mediante las tarifas, este se reinvierte en mejora del servicio o también si se diese el caso se podrían revisar los precios y abaratar el coste a los usuarios.
Según Quintana lo que "estamos haciendo es intentar cambiar el modelo del sistema eléctrico actual en el que impera un oligopolio de las grandes compañias para impulsar un sistema energético más eficiente, respetuoso con el entorno y socialmente responsable".
Para Quintana uno de los grandes problemas de la energia en España es la carga impositiva. De la tarifa que se paga actualmente solo un tercio es consumo real y el resto son impuestos y peajes del Gobierno central.
En este sentido, aboga por hacer un replanteamiento general del sistema empezando la sobrepotencia del sistema actual que es injustificado o pagar un impuesto especial para ayudar a un sector como el del carbón o el hecho de que las eléctricas ganen tanto con el dinero que se les paga en concepto de déficit de tarifa.
