Luis Moyá Barbeche recibirá este lunes un homenaje en la XIV Diada de Economistas como miembro fundador del ilustre colegio de Economistas de las Islas Baleares desde hace 50 años.
Moyá, ex presidente de la Sociedad de Garantía Recíproca de Baleares ( ISBA) y asesor fiscal, afirma que será la vida la que le retire y asegura sentirse como un “becario Senior”.
En una entrevista para ib3 radio, Moyá, afirmó que la situación en estos 50 años para los Economistas ha cambiado mucho y, reconoce haber visto situaciones de “todos los colores”. La profesión ha tenido un auge exponencial estos últimos años, “antes no se nos discutía nada, ahora a un Economista se le discute todo” asegura.
Una larga trayectoria profesional le ha llevado a estar siempre próximo a la gestión pública pero nunca bajo las siglas de ningún partido, “me considero un freelance”, no formar parte de un partido político le ha permitido ayudar desde la barrera, “hubiese fracasado ante las imposiciones” afirma el colegiado.
Para Baleares, las cosas también han cambiado mucho a lo largo de estas cinco décadas, aunque mantiene que la situación deficitaria en las islas ha sido siempre histórica.
Moyá asegura que la mejora del sistema de financiación pasa por un nuevo criterio de reparto entre las comunidades desde el Gobierno, “cualquier comunidad está manteniendo un nivel de gastos muy superior a sus ingresos, lo que lleva a un desequilibrio financiero que aumenta año tras año”, y se trata de un problema “muy serio”. "Adecuar el estado del bienestar a la capacidad financiera de las comunidades puede ser peligroso” y políticamente puede “crear tensiones”.
Luis Moyá afirma estar convencido de que hay que “crecer paulatinamente”, “el déficit se financia con deuda pública” y eso, asegura, “es un lastre”. Su apuesta pasa por una mayor contracción del gasto, y por un endeudamiento con límites.
Ante la crisis económica afirma que se está saliendo de una situación financiera “desfavorable”, pero a nivel laboral hay “serias desigualdades”. Señala al paro juvenil como uno de los grandes problemas a resolver para evitar la huida intelectual hacia otros países, son nuestros “líderes del futuro”, a la vez que ve inevitable la salida al exterior como medio de “subsistencia”. Tacha de “tristes” las cifras reflejadas en los últimos informes PISA y define la situación en el país a nivel educativo y concretamente para Baleares, como “ lo peor a lo que nos enfrentamos”.
No cree en una economía de pizarra, niega que exista, y apuesta por una economía que esté al servicio de la sociedad y sus problemáticas. Asegura que depender de forma exclusiva del turismo no es la mejor opción, “poner todos los huevos en la misma cesta no es recomendable”, pero casi “inevitable” dada “nuestra coyuntura y nuestra climatología”.
Es muy difícil diversificar nichos de mercado, pero “se deberían crear de nuevos compatibles con el turismo que pudieran aumentar nuestro valor industrial y de producción” asegura.
Reconoce la economía Mediterránea como muy diferente a la economía Nórdica cuando se trata de comparar formas de vida. “No se puede comparar el nivel de riqueza de un país como Suecia de 10 o 12 millones de habitantes, con el nuestro” .
El nivel de riqueza medio en los países nórdicos es mucho mayor, y aunque el nivel impositivo en estos países es superior al español, el estado revierte muchísimo en la sociedad. “ El estado del bienestar tiene mucha más tradición en estos países, nosotros deberíamos encaminarnos hacia ese modelo, pero necesitamos un cambio sociológico y de enfoque importante”, concluye.
