viernes. 29.03.2024

El presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Miquel Valls, considera que las empresas que trasladan su sede fiscal desde Cataluña a otras ciudades españolas lo hacen a causa de la elevada fiscalidad que existe en esta comunidad, que supone una "discriminación" impositiva respecto a otras autonomías.

 

Valls ha asegurado hoy desconocer si el proceso soberanista catalán está influyendo en la toma de decisiones de las empresas, pero ha asegurado que lo que sí resulta determinante en este tema son los altos impuestos que se pagan en Cataluña.

 

El presidente de la Cámara ha explicado que la base del tejido empresarial catalán la forman compañías familiares y que éstas están sometidas a los impuestos de donaciones y sucesiones.

 

"Fiscalmente, Cataluña tiene uno de los impuestos más caros de España y esto es un aspecto que seguramente tiene importancia a la hora de tomar decisiones", ha subrayado Valls, que lamenta que exista "una discriminación fiscal" entre los impuestos que se pagan en Cataluña y en otras comunidades.

 

"No sé si el factor político puede influir, pero sí sé, porque se me ha dicho, que una gran parte de las empresas familiares se mueven por el problema fiscal", ha manifestado Valls a preguntas de los periodistas.

 

El presidente de la Cámara de Comercio ha evitado asimismo hablar de "fuga de empresas" y ha remarcado que lo que se está produciendo son "salidas y entradas" de empresas, como ha pasado siempre.

 

En las últimas semanas han sido varias las empresas que han trasladado su sede social a Madrid, como Suez Environment, propietaria del Grupo Agbar; el gigante cárnico Valls Companys o la cadena Derby Hotels Collection, propiedad de Jordi Clos, presidente del Gremio de Hoteles de Barcelona.

 

Tanto las patronales Foment del Treball y Pimec como ahora también la Cámara de Comercio de Barcelona han atribuido estas deslocalizaciones a motivos económicos y de fiscalidad, si bien el Círculo de Economía advirtió hace unos días que la declaración rupturista del Parlament ha tenido, "desde el minuto uno de su aprobación, efectos negativos ciertos y objetivos en las decisiones empresariales de inversión, así como en la localización de sedes corporativas en Cataluña".

La Cámara de Comercio dice que las empresas se van de Cataluña por los altos impuestos