El recien elegido nuevo presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont ha anunciado que el proceso de desconexión de España empezaría por la economia.
Entre las propuestas anunciadas por Puigdemont en el pleno de investidura ha puesto sobre la mesa su voluntad de impulsar en primera instancia una Agencia de Hacienda Catalana, una seguridad social propia, un consejo fiscal, aduanas y obviamente la creación de un Banco Central de Cataluña.
El candidato no es el mismo, el programa sí", ha dicho Puigdemont en su discurso en el Parlament, en el que ha fijado las prioridades de su plan de gobierno.
El nuevo president indicó que quiere "un país más justo y equitativo, con más trabajo, y más transparente y participativo", punto este último al que ha dedicado menos tiempo, y sin entrar en la corrupción.
Puigdemont ha prometido iniciar de forma inminente el proceso participativo para que los ciudadanos hagan aportaciones a una futura "constitución catalana", como fase previa a su tramitación en el Parlamento catalán.
Impulsará, asimismo, el diseño definitivo de las denominadas "estructuras de Estado", entre las que ha destacado como prioridad la "Agencia Catalana de la Seguridad Social", desde la que "se articularán las políticas sociales del futuro Estado catalán", así como la "hacienda propia", "un Banco Central de Cataluña" e incluso "aduanas".
Otra de las prioridades, ha dicho Puigdemont, será la tramitación en el Parlament de la ley de proceso constituyente, que permitiría impulsar la futura 'constitución' en la Cámara tras la fase participativa de la ciudadanía.
Para el futuro president, también será clave la "plena internacionalización del proceso de constitución del futuro Estado", que ha afirmado que quiere hacer de forma dialogada con el Gobierno central, la UE y la comunidad internacional.
