Hasta hace relativamente poco tiempo, nadie quería contratar una hipoteca a tipo fijo. Sin embargo, la espectacular bajada del euribor (índice de referencia para la mayoría), ha hecho que éstas resulten atractivas.
En el pasado mes de noviembre, el 40% de las hipotecas firmadas fueron a tipo fijo. En pleno "boom hipotecario" antes de la crisis, ese porcentaje era de tan sólo el 10%.
Como he indicado en líneas anteriores, el euribor sigue en mínimos históricos situándose actualmente por debajo del 0,05%. Los bancos, en su estrategia por captar "activo", se han aprovechado de esta circunstancia para lanzar sus mejores hipotecas a tipo fijo.
De hecho, las entidades financieras están ofreciendo tipos fijos inferiores al 2%. Todo un "acontecimiento" impensable hace algunos años al que se quieren sumar todos aquellos que se compran una vivienda.
¿Por qué contratar una hipoteca a interés variable cuando me sale más barata la de interés fijo?.Porque "no es oro todo lo que reluce" y las hipotecas a tipo fijo también tienen sus sombras.
Como soy una buena espía, he decidido indagar y contaros los entresijos de este producto tan de moda en los últimos tiempos.
Veamos en qué consiste una hipoteca a tipo fijo. Una hipoteca a tipo fijo es aquella en la que durante toda su vida no varía el interés y por tanto, las cuotas a pagar se mantienen constantes.
Tradicionalmente se ha considerado que resultaban más caras que las de interés variable, ya que los tipos que aplican las hipotecas de interés fijo son más elevados. Además, los titulares de las mismas no podrán beneficiarse de las bajadas de tipos. Un punto positivo sería que tampoco les afectarían posibles subidas.
Sin embargo, no todo son puntos positivos para las hipotecas a tipo fijo. También tienen sus inconvenientes, y es aquí donde conviene detenerse.
1.- Plazo de amortización. En las hipotecas a tipo fijo el plazo de amortización suele ser menor que en las de interés variable. El plazo máximo de una hipoteca a tipo fijo es de 20 años (aunque algunas hipotecas ya ofrecen un plazo mayor).
Cuanto mayor es el plazo, más interés tendremos que pagar. De hecho, para que una hipoteca a tipo fijo resultase competitiva, no debería superar un tipo de interés del 3,5% en un plazo de 20 años. Algo que no se cumple en la mayoría de hipotecas de esta clase.
2.- Más comisiones. Frente a las comisiones de apertura cero en muchas hipotecas a interés variable, las hipotecas a interés fijo suelen tener comisión (por ejemplo Bankinter cobra un 1% de comisión de apertura).
3.- Subrogación más cara. Si un día queremos cambiar nuestra hipoteca a otro banco, además de la comisión de subrogación, nos podemos encontrar con una comisión específica de las hipotecas a tipo fijo: la comisión por compensación de tipo de interés. Es el importe que el banco te puede repercutir en caso de que decidas cancelar anticipadamente tu préstamo y ello conlleve pérdidas para la entidad financiera. Esta comisión puede llegar a encarecer mucho la operación.
4.- Atención a las bonificaciones. El tipo de interés que apliquen a tu préstamo hipotecario, puede verse reducido cuanto más te vincules con el banco. La bonificación también se aplica al plazo: a mayor vinculación, mayor plazo de amortización (dispondrás de más tiempo para devolver tu préstamo).
¿Qué clase de vinculación exigen los bancos para ofrecerte bonificaciones?. Pues domiciliación de nómina o ingresos, domiciliación de recibos, contratación de seguros de hogar y vida, efectuar un gasto mínimo mensual con la tarjeta de crédito, etc.
Pero ¡cuidado!. Igual que las vinculaciones pueden rebajar el interés que pagues, si alguna de las condiciones exigidas por el banco para ello no se cumplen (por ejemplo que des de baja algún producto), esas bonificaciones sufrirán cambios que afectarán directamente a tu bolsillo.
Como siempre, antes de tomar cualquier decisión es recomendable leer la letra pequeña del contrato. En www.garciaslopezasesores.es, encontraréis respuesta a vuestras dudas. Estaremos encantados de poder ayudaros.La semana que viene, seguiremos espiando por ahí a ver qué nos encontramos. Hasta entonces, sed felices.
