Una aplicación que ofrece al turista descuentos en su gasto de hotel en función de sus consumos en establecimientos de la ciudad, hasta el punto de proponerle que le salga gratis si alcanza el grado de consumo que le permita el reembolso completo de la pernoctación. Esta es la propuesta de la aplicación española UnSheeping.
Su objetivo es fomentar el consumo de los usuarios de hoteles a través de una aplicación que sirve como guía de sitios de interés de una localidad al tiempo que ofrece esos descuentos en restaurantes, tiendas o museos que se canjean al final de la estancia. Proponen una ‘gamificación’ de la estancia, convertida en un juego en el que el usuario buscará incrementar sus descuentos aumentando al mismo tiempo su consumo.
Como funciona
El visitante debe haber realizado su reserva a través de UnSheeping.Una vez el turista se ha autenticado con el hotel, comienza el contador de descuentos. La aplicación ofrece una serie de establecimientos de muy diverso tipo, en los que de cada compra un porcentaje irá a parar al descuento de la factura del hotel. El día del final de la reserva, el viajero tendrá hasta la medianoche para seguir acumulando descuentos, que se le devolverán a su cuenta bancaria automáticamente.
“A diferencia de los sistemas de puntos o de descuentos, con UnSheeping recuperas todo el descuento que hayas obtenido consumiendo, sean 3€ o 200”,señala Javier Pons, director ejecutivo de la empresa.
Con un solo mes en marcha, ya cuentan con unos 200 establecimientos en Barcelona que ofrecen descuentos para que los usuarios de la aplicación los acumulen. Desde restaurantes y cafeterías a tiendas, museos, empresas de alquiler de vehículos, joyerías, o negocios de salud y bienestar personal.
Con una inversión inicial de 310.000 euros y un préstamo de 1 millón del programa Emprendetur del Ministerio de Turismo; UnSheeping busca la expansión internacional, después de una buena repercusión en FITUR.“Hay mucho interés en que nos implantemos en grandes ciudades. Buscamos inversores para llegar a Londres, París, Ámsterdam o Nueva York”, afirma Pons, que incluso tiene avanzada alguna conversación para un franquiciador en una capital europea, modelo con el que espera llegar a otras grandes urbes del planeta.
