viernes. 29.03.2024

El Mercado de Futuros del Aceite de Oliva (MFAO) o la "Bolsa del aceite" baja la persiana tras doce años de existencia desde que comenzó a operar en febrero de 2004 en Jaén la sociedad rectora, constituida para ser un instrumento al servicio del sector oleícola desde la capital mundial del olivar y del aceite de oliva.

 

La convocatoria de la Junta General de Accionistas, fijada para el próximo 31 de marzo en sesión ordinaria y extraordinaria, dará el carpetazo final a un mercado que se encontraba en dique seco desde hace casi un año y medio ante el requerimiento de la nueva normativa europea que le exigía su conversión y adaptación.

 

A partir de esa fecha se producirá la disolución del consejo de administración y comenzará el proceso de liquidación, para lo cual habrá que nombrar a los liquidadores que deben pilotar dicho proceso.

 

En esa Junta General de Accionistas se tiene que solicitar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la renuncia a la autorización como mercado secundario oficial del MFAO, para lo cual la CNMV tendrá que proceder a su desregulación y empezar así la fase de liquidación final.

 

Además, en la reunión de la Junta General de Accionistas se tienen que aprobar las cuentas del ejercicio económico 2015, que se cerrará con pérdidas al no haber tenido ingresos como consecuencia de la falta de negociación de contratos de futuros.

 

El cierre del MFAO se ha adoptado ante las estrictas exigencias de adaptación y requerimientos normativos y económicos demandados por la reglamentación comunitaria y por el alto desembolso al que había que hacer frente para la mencionada conversión, según sostienen fuentes del consejo de administración.

 

Desde el 18 de noviembre del 2014 el MFAO cesó su actividad en la negociación de contratos de futuros con el fin de adaptarse a la nueva normativa europea,situación que motivó una falta de ingresos económicos y un plan de austeridad y de recortes de sueldos entre su decena de trabajadores.

 

Desde el MFAO se ha defendido, no obstante, su utilidad por ser una herramienta que aporta transparencia y ha cumplido con una función como observatorio de precios que da cobertura ante las oscilaciones de los mismos, para lo que también reporta seguridad jurídica.

 

Por ello, han apelado desde el inicio de las conversaciones mantenidas con los organismos y autoridades encargadas de la regulación de los mercados a que este mercado singular y pequeño tuviera un tratamiento diferenciado y específico porque en caso contrario estaría abocado a su cierre, como así ha sucedido.

 

El MFAO, que comenzó a operar en 2004 tras varios años de trabajo previo de la sociedad promotora, cuenta con 250 clientes y tenía un promedio anual de contratos superior a los cien mil y 62 accionistas, de los cuales la Junta de Andalucía tiene un 32 por ciento de las acciones y el resto lo conforman entidades financieras y empresas relacionadas con el sector oleícola.

 

Desde su creación ha tenido resultados económicos dispares, ya que en este mercado intervienen cada año diferentes factores, como las previsiones de producción de aceite de oliva, las existencias o las oscilaciones de precios para negociar un contrato de futuros sobre aceite de oliva, que es un acuerdo entre dos partes para entregar o recibir una tonelada de este producto en una fecha futura y por un precio acordado.

 

La importancia de dicho instrumento para el sector oleícola anida en el interés de los operadores en negociar contratos para operaciones que den cobertura y protección a futuro ante el riesgo de variaciones de precios en un mercado que a partir de ahora se queda huérfano de esta herramienta.

 

La 'Bolsa del aceite' baja la persiana