martes. 16.04.2024

 

Reducir las emisiones contaminantes, evitar picos de demanda energétiva y aumentar la eficiencia de las instalaciones para conseguir reducir coses. Todos estos son algunos de los objetivos que se ha marcado el proyecto europeo Opti en el que participa la empresa mallorquina Sampol.

 

Con un presupuesto de 2 millones de euros y la implicación de 7 empresas, universidades y entidades en España, Alemania, Grecia y Suecia, el proyecto se encuentra ya en plena fase de experimentación en dos centros piloto.

 

Uno de ellos es el hospital Son Llatzer como representante de un equipamiento público de gran consumo energético y el segundo es la población de Lulea en Suecia, como representante de la influencia en viviendas privadas.

 

El proyecto busca desarrollar soluciones para la mejora del rendimiento de la central de cogeneración del hospital de Son Llàtzer y la integración de la demanda del centro para una mayor optimización de la producción. Sampol gestiona esta central de cogeneración, que alimenta al hospital de energía eléctrica, térmica y frigorífica.

 

Estos dias todos los socios del proyecto se han reunido en Mallorca en las instalaciones del hospital Son Llàtzer para analizar los avances del proyecto y futuros pasos a seguir.

 

Los resultados del proyecto generarán una reducción de las pérdidas, una mayor optimización de la central, mejor sincronización de producción y demanda, y como consecuencia, la reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera. El proyecto tiene una duración de 3 años y está previsto que finalice en 2018.

 

Pau Cortés, responsable de Innovación de Sampol, ha destacado la importancia que tiene para una empresa de origen mallorquín como Sampol posicionarse como referente en gestión energética y en I+D en el panorama internacional.

Cortés ha explicado que “en este proyecto se implementan técnicas de demand response que van más allá de la eficiencia energética, que buscan optimizar el control de la demanda sin restar confort al usuario”.

 

Por su parte, el gerente del hospital Son Llàtzer, Francesc Marí, ha explicado cómo se desarrollan las pruebas de este proyecto en sus instalaciones –donde ya está instalada la tecnología que permite analizar la demanda de este gran edificio- y ha destacado las ventajas que supone para el hospital Son Llàtzer conseguir optimizar su demanda de energía.

 

Además, ha explicado que “los beneficios para el hospital son evidentes ya que nos convierte en más ecológicos; es una tecnología que tras las simulaciones se queda en el hospital; todavía no tenemos datos, pero seguramente permitirá que la factura energética del hospital se reduzca”.


Por último, el coordinador del proyecto Opti, Wofgang Birk, doctor de la Universidad de Lulea, ha explicado que las simulaciones se están realizando tanto en viviendas en Lulea, Suecia, como en edificios que son grandes consumidores de energía, como Son Llàtzer. Las conclusiones que se extraigan de estas pruebas podrán implementarse en otras ubicaciones.

Sampol participa en un proyecto innovador europeo para mejorar la eficiencia energética