viernes. 19.04.2024

La ética protestante y el modelo de ahorro en Balears

/img/periodico/img_9719.jpg

 

En 1905, el sociólogo y economista alemán Max Weber finalizó su obra más conocida "La ética protestante y el espíritu del capitalismo". El libro explica cómo la vida protestante influyó en el desarrollo del espíritu capitalista moderno. Weber, que era calvinista, sostenía que el éxito económico, ligado a un comportamiento ético, era una fórmula para glorificar a Dios.

 

Para ello se basa en la traducción a las lenguas germánicas de la Biblia, cuando Martin Lutero encuentra una palabra, "Beruf" que vincula a la "profesión" o el "trabajo" como un deber moral.


Weber se fija también en el espíritu ascético, que en algunas órdenes católicas era muy característico, como entre los franciscanos. ¿Qué tiene que ver todo esto con Mallorca y Balears?. Es muy sencillo.

 

Por una parte, el catarismo característico de Occitania y de la Corona de Aragón había impregnado el cristianismo romano oficial en Mallorca a partir del siglo XIII. El catarismo fue un evangelismo que propugnaba la necesidad de llevar una vida ascética y la renuncia al mundo para alcanzar la perfección. En este sentido puritano coincidía con la Reforma cristiana llevada a cabo por Lutero, Calvino, la iglesia anglicana siglos después. Y, por otra, surgió el Franciscanismo como una respuesta a algunos principios cátaros, pero admitiendo el papel supremo de la Iglesia de Roma. Fácilmente el Franciscanismo se popularizó en Balears, y especialmente en Mallorca. En el fondo era un camino hacia la bondad desde el asceticismo.

 

En el siglo XVIII en Menorca, y en los siglo XIX y XX el conjunto de Balears, comenzaron a recibir sus primeros turistas de países protestantes, y los modelos económicos surgidos del catolicismo se enfrentaron a las noticias sociales y económicas que traían aquellos visitantes, con los que intensificaron relaciones comerciales.

 

Hoy, en el siglo XXI, no es casualidad que los territorios más desarrollados económicamente de España sean aquellos que más en contacto han estado con las comunidades protestantes de Europa. Y Balears se encuentra entre ellos. El "boom turístico" acabó por acelerar la desaparición del modelo económico nacional-católico, dando paso a un modelo más liberal.   

 

Con sus aciertos y sus fallos, en 2016 vivimos más que nunca la implantación del liberalismo, ante el que reacciona una sociedad tradicionalmente católica o socialista, para las que Dios o el Estado son omnipotentes y omnipresentes, para las que la responsabilidad del individuo cuando fracasa debe ser socorrida por la sociedad por un principio de igualdad fraternal. Sin embargo, en sociedades donde el individualismo se diluye por sistema, el egoismo florece más mediante el ejercicio de la corrupción o la comisión del fraude. No es justo generalizar ni pretendo hacerlo, hay de todo en todos los lados, pero las normas sociales determinan los comportamientos de las personas. Con ello tampoco hay que justificar nada. El factor personal es decisivo en el fraude y en la corrupción, y estos no solo se producen por unos condicionantes sociales.

 

Vivimos en un mundo que tiende a que cada cual pague por aquello que consume o necesita y no un precio colectivo compensatorio. Veremos a dónde nos lleva. Por el momento, las aerolíneas cobran las maletas a aquellos que las portan en el avión y no divide el coste de ese transporte entre todo el pasaje. Por el momento, me llegan noticias de que unos seguros en Balears distribuidos, oh casualmente por una compañía holandesa, ofrecen descuentos a los no fumadores y a las personas con normopeso. La ética protestante sigue conquistando terreno en Balears. Veremos cuál será el resultado. Dios quiera que nuestra sociedad sea algún día tan equilibrada como la centroeuropea, escandinava o británica.

La ética protestante y el modelo de ahorro en Balears