jueves. 25.04.2024

Fotos: Hans Manhelm (Gelats Valls)

La polémica se ha desatado en el Puerto de Pollensa a cuentas del posible cierre de un chiringuito de helados. Ubicado en el Paseo Anglada Camarasa desde hace más de 50 años el pequeño quiosco de Gelats Valls tiene una orden de cierre municipal pero a pesar de ello continua funcionando y se resiste a cerrar la barrera.

 

De hecho ha iniciado una campaña pública para conseguir apoyo ciudadano e impedir una medida que se antoja complicada a tenor de las explicaciones públicas que ya ha ofrecido el Ajuntament 'pollencí' a través de redes sociales.

 

La polémica ha acabado de estallar a raiz de la petición pública que Gelats Valls ha realizado a través de la plataforma Change.org.

 

En poco más de 24 horas han conseguido más de 3.300 firmas de apoyo para evitar la retirada del quiosco. Gelats Valls apela a la "solidaridad para continuar siendo tradición y punto de encuentro del verano pollencí'. Gelats Valls se aferra a la historia del chiringuito y al hecho de que es un icono de la localidad.


Detrás de esta recogida de firmas hay mucha más historia. Al menos así lo explica el consistorio de Pollença. Así sostiene que en la anterior legislatura, más en concreto el 5 de mayo de 2015, el Ayuntamiento aprobó una autorización extraordinaria e improrrobable de funcionamiento de este local que finalizó el 31 de diciembre de 2015. En este acuerdo se preveia la licitación del quiosco para 2016.

 

Según el Ayuntamiento "es una obligación legal que los quioscos fijos en dominio público se liciten y adjudiquen con un concurso público y abierto. La adjudicación sin concurso supone prevaricación administrativa".

 

También se recalca que este quiosco revertió "al Ayuntamiento el 1 de enero de 2016 y que la propiedad de Gelats Valls conocian que el quiosco no se puede abrir si la pertinente autorización. A pesar de no tener la correspondiente concesión administrativa se optó por abrir".

 

El Ayuntamiento afirma que se ha notificado esta irregularidad que vulnera la legislación y también que el negocio debe cerrar hasta que no haya acabado el proceso del nuevo concurso público.

 

A pesar de ello los propietarios de Gelats Valls no se han achantado ni mucho menos y ayer mismo tenían abierto y recogían firmas de apoyo físicas.

 

El consistorio de Pollença explica que "se está acabando una licitación nueva para un quiosco de helados respetando la legalidad a través de concurso público y abierto que permitirá seguir con la actividad de helados en este quiosco".

 

Desde el Ajuntament se ha comentado que "este proceso de licitación no se ha acabado antes precisamente por que es estaba en un proceso de mediación entre las partes afectadas para encontrar una solución amistosa y satisfactoria, proceso que se truncó con la apertura unilateral del quiosco".

La guerra del chiringuito de Gelats Valls en el Puerto de Pollensa