jueves. 28.03.2024

El año 2010 fue el que registró el menor número de nuevas SICAVs en España. Uno de los motivos fue el inicio de la crisis económica que ya se estaba gestando en Estados Unidos. Y este año las previsiones de creación no son muy halagüeñas, debido a los cambios que los nuevos partidos quieren implantar si finalmente crean gobierno.

 

La historia de las SICAVs (Sociedades de Inversión de Capital Variable) se remonta a la etapa socialista de Felipe González. Entonces fue cuando se regularizaron como un mecanismo para evitar la fuga de las grandes fortunas de España. Se trata de instituciones de inversión colectiva que tienen personalidad jurídica propia. Sin embargo, en vez de tributar el 30% del Impuesto de Sociedades, sus obligaciones fiscales se reducen al 1% al igual que los fondos de inversión. Sin embargo, en el momento en el que el accionista saca su dinero de la SICAV, vendiendo su participación tendrá que tributar entre el 21% y el 27% en función de los rendimientos obtenidos.

 

Entre las características que, a priori, nos hacen pensar que solo los ricos pueden disfrutar de esta forma de invertir se encuentra el capital social mínimo que se sitúa en 2,4 millones de euros. Sin embargo, 100 son los accionistas mínimos para poder constituir la SICAV por lo que, en el supuesto caso de que todos realizan la misma aportación, cada accionista deberá depositar 24.000 euros. Es más, cualquier persona puede acudir a una sociedad ya establecida y comprar acciones. Nadie puede impedírselo.

 

Además, estos vehículos de inversión son regulados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que establece si estas entidades cumplen con los requisitos necesarios para ser consideradas SICAVs. Despachos especializados como Foster Swiss pueden ayudar en la creación de este tipo de entidades acudiendo a la autoridad competente.

 

Cada partido político contempla a las SICAVs en su programa electoral

Los programas electorales de los partidos políticos establecen distintas medidas encaminadas a regular estos vehículos de inversión. A continuación se detallan las propuestas que cada partido quiere establecer:

  • El Partido Popular establecería un mínimo de 0,55% del capital social en la participación de los accionistas para poder invertir en estas sociedades.
  • El Partido Socialista, por el contrario, establecería un máximo de participación y no permitiría que los inversores tuvieran su patrimonio más de un determinado período de tiempo para que cumplan sus obligaciones fiscales.
  • Por su parte, Ciudadanos, menciona este tema tangencialmente y propone un “control abierto de las Sicav” para que se cumplan los requisitos de número de accionistas.
  • Finalmente, Podemos e Izquierda Unida cambiarían la tributación del 1% al máximo del Impuesto de Sociedades con el fin de erradicar esta forma jurídica.

 

Soluciones fuera de España

Ante esta situación una de las soluciones que plantea la consultora Foster Swiss es crear SICAVs en Suiza o Luxemburgo. Son países donde la estabilidad política y económica está garantizada, así como, la confidencialidad quedará asegurada gracias al secreto financiero que se ofrece desde estas jurisdicciones.

 

El atractivo régimen fiscal o los convenios de doble imposición firmados con España, son otro valor añadido a la hora de constituir una SICAV en el extranjero. En ocasiones, la poca flexibilidad y la lentitud de la Comisión Nacional del Mercado de Valores a la hora de tramitar la licencia provocan que se busquen soluciones en otros países.

 

Por ello, si necesita un intermediario para adquirir participaciones en una SICAV extranjera o decide constituir una desde cero fuera de España la ayuda de profesionales especializados, como Foster Swiss, es de vital importancia.

 

La incertidumbre política reduce la creación de SICAV en España hasta mínimos históricos