jueves. 28.03.2024

La banca española es pionera en el pago por móvil y ha sabido aprovechar el tirón de las nuevas tecnologías entre la población pero, según los expertos, se enfrenta aún a retos importantes ante la irrupción de nuevos competidores.

 

El sector bancario ha llevado a cabo una intensa política de inversión en tecnología, en un entorno cambiante y amenazador propiciado por la transformación digital y marcado por la entrada y uso de nuevos canales.

 

El uso generalizado del teléfono móvil ha influido de manera notoria en el comportamiento de los clientes, y ha obligado a la banca a invertir en la integración de soluciones tecnológicas.

 

Actualmente, los usuarios ya utilizan el teléfono para pagar pequeñas transacciones, un nuevo canal que funciona con un mecanismo similar al de las tarjetas sin contacto ("contactless"), y que completa la compra con la aproximación del teléfono al datáfono.

 

El responsable de innovación y desarrollo de nuevos productos de Barclaycard, Manuel Romero, advirtió recientemente en una jornada de que el impacto de los pagos móviles es una "realidad masiva" que podría suponer unos 490 millones de usuarios activos en 2021, y entre el 5% y el 10% de todos los pagos en Reino Unido en 2020.

 

Una idea de lo que puede suceder en España, donde la banca ha sido pionera en el desarrollo de soluciones de pago por móvil frente a lo que ha sucedido en el resto de países.

 

No obstante, el sector se enfrenta aún al reto de convivir con grandes competidores tecnológicos como Google, Facebook o Amazon, que han irrumpido con fuerza en el negocio del pago por móvil.

 

Ante esta realidad, en la que los grandes competidores poseen medios "ilimitados" por su elevado patrimonio y un gran número de usuarios que pueden utilizar sus servicios digitales de pago, el sector bancario español ha sabido reaccionar.

 

Prueba de ello, coinciden los expertos que se han dado cita en un encuentro sobre la revolución tecnológica en el mundo financiero, ha sido la apuesta por el desarrollo de aplicaciones móviles con funcionalidad de carteras ("wallets"), un servicio cada vez más común entre los bancos españoles.

 

Aún así, para fomentar el uso del pago por móvil y familiarizarlo entre la población, consideran que los bancos deben ir "más allá de lo meramente financiero", y ofrecer otro tipo de ventajas asociadas a esta fórmula de abono.

 

Un ejemplo sería el lanzamiento de tarjetas de fidelización o puntos de descuento que premien al momento las transacciones que se lleven a cabo, cada vez con más frecuencia en los comercios, a través del móvil.

 

Por su parte, para que la banca conserve su competitividad y eficiencia en este nuevo entorno, opinan los expertos, debería hacer valer su "seguridad", una garantía frente a los nuevos competidores, cuya relación con el cliente es menos estrecha.

 

Los expertos también proponen que la banca utilice la información que posee de sus clientes y personalice los servicios para estrechar el vínculo de estos con la entidad mediante el mero pago por móvil.

 

Los expertos abogan así por que el sector bancario aproveche estas fortalezas y ofrezca servicios de valor añadido con una funcionalidad "sencilla y rápida", y por los que el cliente esté dispuesto a pagar.

El reto de la banca española de no quedarse atrás en los pagos móviles