La mejora de la dotación de efectivos de Policía Nacional y de Guardia Civil en Baleares para este verano pasará por una reunión entre el Govern y el Ministerio del Interior, con el apoyo del la Delegación del Gobierno.
Así se ha acordado en el encuentro entre la consellera de Hacienda y Administraciones Públicas, Catalina Cladera y el secretario general de Delegación del Gobierno en funciones de delegado, Evelio Antich.
Hasta 25 municipios de Baleares, 1 de Menorca y 24 de Mallorca, incluidos Palma, Calvià y Llucmajor, han canalizado, a través del Govern, sus demandas para conseguir que este verano se incremente la dotación de Policía Nacional y de Guardia Civil en sus respectivos términos municipales.
Durante los últimos días representantes estos municipios han hecho llegar a la Dirección general de Emergencias e Interior el temor de que el despliegue policial previsto sea insuficiente, según la previsión de ocupación turística y también las dificultades para la cobertura de las plazas adecuadas a los cuerpos de la Policía Local, por las restricciones que impone la normativa presupuestaria a las Administraciones locales.
La demanda de una mayor dotación policial ha sido trasladada a los responsables de Delegación del Gobierno, en una reunión en la cual ha participado el director general de Emergencias e Interior, Pere Perelló.
Cladera ha apuntado que “es muy importante aumentar la coordinación dentro de las Juntas Locales de Seguridad, para que Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Local actúen con la máxima coordinación posible”, pero todavía lo es más que se pueda “aumentar el número de efectivos que tienen que venir este verano”.
Con esta intención se procederá a solicitar una reunión con el ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, puesto que “parece que los refuerzos de Policía Nacional y Guardia Civil van a que ser los mismos del año pasado y consideramos que es insuficiente en unas Islas donde vivimos del turismo”.
Los 25 municipios que han dirigido sus quejas temen que, en ausencia de un aumento real del contingente de seguridad, tengan que ser las policías locales de cada municipio, las que respondan al aumento de la demanda, en servicios y funciones que no les son propias.
Además desde los municipios se recuerda que el panorama laboral de los cuerpos de policía local está condicionado por las dificultades para conseguir dotar las plazas necesarias, teniendo en cuenta las limitaciones presupuestarias y legales.
En los municipios de interior las policías locales tienen que intervenir en casos de drogodependencias, tráfico de sustancias estupefacientes, y robos en zonas rurales.
En el caso de los municipios turísticos, el aumento de población flotante obliga las policías locales a asumir servicios de orden público que no le son inherentes, por ausencia de otro cuerpo policial. En estos casos las Juntas Locales de Seguridad no cumplen su función de coordinación entre cuerpos.
La reducción del horario de apertura de los cuarteles de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en aplicación de la normativa laboral europea, tampoco ayuda a la percepción de mayor control, puesto que el teléfono de atención al ciudadano habilitado por las tardes imposibilita una respuesta rápida y eficaz al ciudadano.
Finalmente, la fecha de entrada en servicio del refuerzo policial, 1 de julio, es estimada como tardía, puesto que la temporada alta turística y la afluencia masiva de visitantes ya se encuentran en pleno desarrollo con anterioridad.
“Con la seguridad ciudadana no se puede polemizar”, ha admitido Cladera, pero su “mantenimiento es imprescindible” para garantizar la buena marcha de la temporada alta turística “en todos sus aspectos”.
