viernes. 19.04.2024

Virtual Insanity

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El ser humano tiende a utilizar los nuevos descubrimientos de forma apasionada, caótica y exagerada. Un buen ejemplo lo podemos encontrar en las nuevas tecnologías, en concreto el ciberespacio. Un ejemplo de gran actualidad es la fiebre desatada con la aplicación Pokemon Go, cuya explosión en los medios digitales ha sido imprevista y el éxito de usuarios ha batido records. Perfecto, el juego es divertido y propone una visión de la realidad aumentada excelente. Todo ello gratis... ¿He dicho gratis?.

 

Desgraciadamente no hay nada gratuito en el mundo de los negocios. Nintendo y sus filiales tienen una auténtica mina de oro en lo que a Big Data respecta. Todos los movimientos realizados por los usuarios, sus costumbres de búsqueda, conexión con otros usuarios, horarios de mayor actividad, recorridos realizados y un sinfín de datos son explotados por sus creadores, eso sí, de forma silenciosa.


Twitter, WhatsApp, Facebook y múltiples aplicaciones de Google, Microsoft y Apple nos conquistan con sus cantos de sirena y generan necesidades que no teníamos ni idea de albergar. Todo a cambio de un módico precio que es toda tu vida digital.

 

Es posible que ahora no nos demos por aludidos, ni veamos las consecuencias de todo este torrente de información que segundo a segundo remitimos a corporaciones. “No tengo nada que esconder”, “ ¿¡Qué importancia tienen mis fotos personales!?” son los comentarios más comunes cuando abordas este tema, tanto entre amigos como con compañeros de trabajo o cualquier otro entorno social.


Pero en distintos foros de expertos sobre la ciberseguridad y hacking, se insiste ya en que la información que manejan las empresas y gobiernos no se utiliza en tiempo real, inmediatamente, sino que pueden usarse (probablemente en nuestra contra) en el momento más oportuno. O bien manipularnos de las formas más sutiles.

Lo intangible del ciberespacio hace que no veamos sus auténticos peligros, como el robo de tarjetas de crédito, o la utilización fraudulenta de nuestra información personal con fines que ni podemos intuir.


Ya lo dice el tema Virtual Insanity del grandioso grupo Jamiroquai (bueno, para mi lo es): el futuro está hecho de demencia virtual y es hora de que empecemos a ver lo digital como algo tremendamente real. No perdamos la cabeza.

Virtual Insanity