sábado. 27.04.2024

 

Suiza desde siempre ha sido mucho más que un destino atractivo para las vacaciones. Quienes buscan hacer negocios e invertir entienden que en este país las oportunidades son reales y las ventajas ostensibles. Según la encuesta de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), quienes viven en Suiza son uno de los que pagan menos impuestos en el mundo. Entre 2010 y 2015 el impuesto sobre la renta aumentó un 1% promedio en los países del OCDE, mientras que en Suiza lo hizo apenas un 0,2%.  

 

Una novedad en el sistema fiscal suizo está en el llamado "Fortrait Fiscal" o "impuesto sobre el gasto". Aquí no se paga en función de la riqueza (no se grava el ingreso), sino que se calcula en función de lo que se gasta. El deber de declarar solo se refiere a los ingresos obtenidos en Suiza, no a los que provienen del extranjero. Cuando se trata de hacer negocios en Suiza uno de los contratos de sociedad más interesantes son las Sociedades Anónimas. Para crear una se requiere un capital social mínimo de 100 mil francos suizos, mientras que el valor nominal mínimo por acción no puede ser inferior a 10 francos suizos. Quienes deseen participar en una, y no crearla, pueden aprender cómo hacerlo en Adauctus y revisar las ventajas por sobre crear una.

 

Trabajar en base a una sociedad anónima en Suiza conviene por diferentes razones, entre las que destacan el anonimato, responsabilidad y los estados financieros. A nivel de acciones, si un accionista no quiere que se conozca su identidad puede hacerlo, y ello es mucho más interesante cuando las acciones se trabajan al portador. En lo que respecta a la responsabilidad, como en toda sociedad anónima cada socio responde hasta el monto de sus acciones y no con su patrimonio personal. Finalmente, el tema de los estados financieros importa porque solo se publican cuando la empresa cotiza en la Bolsa, por lo cual, el resto está exento de esa obligación y guarda su anonimato.

 

No se necesita vivir en Suiza para conseguir trabajar aprovechando sus franquicias tributarias, pero sí resulta recomendable al menos tener una oficina virtual de atención. Existen muchas sociedades anónimas que han sido creadas en Suiza solo con el objeto de venderlas a extranjeros. Por lo mismo, ninguna de ellas ha iniciado una actividad económica y no cuenta con un historial crediticio como sí lo tienen las de antigua data que también se venden.

Las sociedades suizas y sus ventajas