sábado. 20.04.2024

¿Turismo excelente? Trabajo decente

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No era la primera vez que habían sido nominadas a un premio así, de hecho el Govern ya las propuso hace un año a la Medalla al Mérito Turístico que otorga el Ministerio entonces regentado por Soria. Las camareras de piso de nuestras islas han tenido que esperara los I Premios al Turismo convocados por Vicepresidencia de la CAIB, en los que el jurado les ha concedido por unanimidad el premio al reconocimiento al trabajo y el esfuerzo.

 

Y es que sin su trabajo y esfuerzo, el de Dolores, Angelina, Isabel, Soledad, Esther, Pepi y María, los testimonios de las camareras mallorquinas recogidas en el libro de Ernest Cañada Las que limpian los hoteles, la «potencia turística» que somos no existiría. Entre otras cosas porque es inimaginable pensar en una habitación de hotel adecentada sin el trabajo de miles como ellas. Ellas son las madres del turismo. Ellas, invisibilizadas en detrimento de los padres emprendedores del turismo, hombres, ricos, hechos «a sí mismos» a costa de la explotación de ellas.

 

De ahí la importancia que desde los poderes públicos se contribuya a hacer visible lo que representa y ha representado el colectivo, tanto las mujeres como los hombres que han trabajado desde abajo en los últimos cincuenta años en "nuestros" hoteles, porque son ellas y ellos quienes han hecho y hacen posible, entre otros actores y elementos, el turismo que tenemos. Y algunos, como el amigo Domingo Morales, que nos dejó hace pocas semanas y seguro celebraría este premio con alegría, lucharon y se dejaron la piel para conseguir unas condiciones de trabajo dignas en las empresas tuísticas que hoy peligran más que nunca.

 

Porque cuantos más turistas tenemos, resulta que no hay más empleos, sino más carga de trabajo, y esta es una de las cuestiones que vale la pena transformar si queremos hablar de un turismo y un modelo económico diferentes, que den valor (y no solo precio) a la tierra y a la gente que trabaja en el turismo: no habrá turismo "excelente" sin trabajo decente.

 

Sí, suena a lema de pancarta en manifestación obrera, pero invito a esos señores de traje y corbata que se pasan el día negociando acciones y operaciones especulativas que mueven cientos de millones de euros en el mercado del turismo global a que paren un momento, y lean el libro de Cañada. Que escuchen a las camareras de hotel, y pongan cara y ojos a su Monopoly de números fáciles y beneficios millonarios ganados sin sudor ni sufrimiento.

 

Es por todo ello que pensar en las camareras de piso, hacerlas visibles y reconocer su papel, ya empezamos a construir un modelo turístico diferente. Porque de aquello de lo que no se habla es como si no existiera, y si estamos aquí es gracias a ellas.

¿Turismo excelente? Trabajo decente
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