sábado. 20.04.2024

 

Los buenos números que se estan registrando en esta temporada turística se contagian no solo en el sector del sol y playa sino más allá. En pleno mes de septiembre, con unas buenas perspectivivas de ocupación pero disminuyendo el grado de saturación turística se dibujan otras alternativas y otros mercados ya pensando en la temporada media que se acerca.

 

En este sentido estan floreciendo en Mallorca otras maneras de explotar el turismo y de ofrecer una visión diferente de Mallorca. Es el caso del denominado enoturismo, un recurso muy presente en regiones como La Rioja o en la DO de Ribera del Duero pero que en la Isla es más reciente.

 

Cada vez son mas las bodegas que se apuntan a abrir sus puertas a los visitantes especialmente extranjeros. Pero no se trata de un recurso exclusivo de grandes productores sino también de pequeños cellers. Este es el caso de Bodega Angel, incluida dentro de la Asociación de Petits Cellers. Desde que se empezó a gestar el proyecto en 2006 ya se pensó en la necesidad de atraer a visitantes y para ello se habilitaron unas instalaciones.

 

Su responsable Andrés Gelabert, explica que "cada vez más son los visitantes. Tres días a la semana recibimos autocares con grupos de diferente tamaño que se interesan por el vino. Estos turistas buscan tener una experiencia diferente, tener contacto con la tierra, conocer como se produce el vino y disfrutarlo.

 

Gelabert cuenta que a pesar que es habitual la presencia de alemanes e ingleses pero son los escandinavos y los suizos los que más aprecian nuestros vinos. Las visitas son una de las mejores formas de marketing que tenemos ya que con ellas ganamos clientes fieles.

 

Y es que como comenta Gelabert la mayoría de los visitantes compran vino y se lo llevan a sus paises. Curiosamente Bodega Angel tiene un pequeño secreto para facilitar esta comercialización y facilitar la fidelidad de los nuevos clientes. Los turistas pueden comprar el vino, dejarlo pagado y despreocuparse de las molestias que suponen transportar unas botellas. La bodega las envia en unos dias a su domicilio directamente via paqueteria.

 

Este sistema se mantiene después con los clientes con una simple llamada de teléfono o un mail. De esta manera los turistas tienen en su casa el vino que les gustó de Mallorca y a un precio económico en relación a lo que se maneja en sus paises de origen.

 

Pero en Bodegas Angel no solo reciben visitas de turistas sino que también han abierto sus puertas a catas y eventos de empresa y también a particulares y residentes.

 

En el último año han multiplicado las visitas fijas y en estos momentos viven un buen momento puesto que coincide con la vendimia y con los paisajes más espectaculares que puede ofrecer la viña.

Bodegas Ángel se dispara gracias al enoturismo
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