viernes. 19.04.2024

Cara y cruz con el comercio ilegal

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Una de cal y una de arena. El comercio en Mallorca está viviendo en las últimas semanas, una dualidad, una cara y una cruz que nos hace estar esperanzados pero, a la vez con la tensión de no poder bajar la guardia en ningún momento. Estamos hablando obviamente de la venta ilegal.

 

Desde Pimeco quiero agradecer públicamente el Trabajo de la Guardia Civil y de la Policía Local de Palma, que en las últimas semanas han llevado a cabo intervenciones destacadas para acabar con la mafia de las falsificaciones además de poner coto a todos aquellos comercios que no cumplen las normes.

 

Todos debemos ser iguales ante la ley y por lo tanto todos deben cumplir con sus obligaciones en materia laboral, en cuestión de licencias y permisos y como no, en cuanto a la comercialización de productos en condiciones.

 

Aplaudimos y aplaudiremos cualquier intervención destinada a que todos podamos competir en igualdad de condiciones. Así pues animamos a que los cuerpos de Seguridad  tengan constancia en estas investigaciones.

 

Esta es la cara y detrás de ella viene una cruz, nuestra particular cruz;  la de la venta ambulante ilegal.

 

Este tipo comercio ilícito supone una competencia desleal a los comerciantes que si cumplen con todas su obligaciones incluyendo las del pago de tasas e impuestos. También representa una pésima imagen turística de los lugares en los que aparece.

 

Soy consciente del drama social que existe detrás y también que la solución no pasa solo por la persecución policial sino por otros mecanismos añadidos. Dicho esto, no se puede esconder que hace demasiados años que estamos con lo mismo, que las intervenciones policiales no son suficientes, que no se puede tolerar que se vulnere la legalidad. Que se tiene que proteger la actividad comercial.

 

En estos años ha habido muchas buenas palabras e intenciones y pocas actuaciones realmente efectivas. Precisamos más vigilancia y que se desincentive este tipo de venta.

 

Desde Pimeco también pedimos a los ciudadanos que no colaboren en su fomento, que no adquieran productos de dudosa procedencia y que no disponen de las garantías legales en cuanto a calidad o cerficifaciones sanitarias. Por lo tanto gastar en el Top Manta es perder dinero y además desincentivar la actividad del comercio tradicional.

 

Por ello una vez más pido mayor implicación de todos;  Ayuntamientos, Govern balear, Gobierno central, cuerpos policiales, políticos, comerciantes y también todos los consumidores.

Cara y cruz con el comercio ilegal