Las asociaciones de comerciantes de Mallorca no se han tomado bien el anuncio de Cort de eliminar las bolsas de plástico a partir del 1 de enero de 2018. Asociaciones como Pimeco, Afedeco o Pime han anunciado su disconformidad y han pedido más tiempo y más dinero para acometer la medida.
Así, por ejemplo, Pimeco ha asegurado que los comerciantes necesitarán dos años para aplicar la medida, así como ayudas económicas para los comercios.
Además, Afedeco ha "desmentido rotundamente" las declaraciones de la máxima responsable de Emaya, Neus Truyol, sobre que la medida había sido consensuada con las asociaciones. De hecho, Afedeco "exige, a la mayor brevedad posible, una explicación clara por parte de la misma, señalando cómo y cuando Afedeco se ha reunido con este departamento municipal para adoptar una medida tan drástica, dado los pocos meses que deben transcurrir, antes de ser aprobada".
Asimismo, Afedeco lamenta que, "una vez más, se recalque por parte de la Presidenta de EMAYA que será sobre el pequeño y mediano comercio que recaigan las sanciones por incumplimiento de la medida, sanciones que, según dicha información, abarcarían desde los 750 a los 3.000 euros, creando a su vez, confusión".
En un tono más conciliador, PIMEM-Comerç ha expresado su disposición "a colaborar con las instituciones públicas con el fin de alcanzar un amplio consenso entre todos los afectados, entre ellos el ayuntamiento, los comerciantes, los consumidores o fabricantes de bolsas y de otros productos sustitutivos, y poder así garantizar acuerdos que permitan alcanzar los objetivos".
"Los negocios representados por PIMEM-Comerç son de proximidad, donde los clientes suelen ser habituales y muchos ya van preparados para realizar sus compras en bolsas de materiales reutilizables. Por lo tanto, en principio, la medida no supondría una enorme molestia. En todo caso, será necesario iniciar una campaña de concienciación antes de aplicar la nueva norma", ha añadido.
Para esta asociación, PIME destaca que la limitación de las bolsas de plástico ya se ha iniciado en España en muchos supermercados y que las prohibiciones en este sentido son cada vez más frecuentes entre los países europeos. La reducción de este tipo de residuos, que tardan entre 150 y 1.000 años en descomponerse, podría contribuir a contar con ciudades y mares más limpios, además de menos contaminados. También contribuiría a frenar la muerte de animales del medio terrestre y acuático que mueren por consumir las bolsas dispersas que confunden con alimentos.
