Este año y el año que viene se destinarán 900.000 euros a la replantación de árboles frutales de secano, una ayuda que no se lanzaba desde 2011, cuando se destinaron 250.000 euros.
Esta decisión se ha tomado a raíz del hecho que las especies más importantes del sector —el albaricoquero, el almendro, la higuera y el algarrobo- también han sufrido los efectos de la sequía, y las explotaciones que se dedican a ello tienen dificultades para replantar los árboles muertos. Eso puede conducir al abandono de estos cultivos a causa de la disminución del potencial productivo, cosa que comportaría un cambio en la fisonomía del paisaje típico y los recursos naturales de la comunidad autónoma.
No sólo la sequía amenaza estas plantaciones, que ocupan 27.750 hectáreas productivas, sino también los hongos de la madera, que afectan al almendro y la mayor parte de plantas leñosas, provocándoles el desfallecimiento e incluso la muerte.
Se detectaron el año 2008 en la zona de Son Carrió, pero los últimos años han sufrido una expansión muy rápida, y se han detectado en zonas de Santa Maria, Binissalem, Lloseta y en el Pla de Mallorca (Montuïri, Lloret, etc.). Los hongos que se encuentran en los almendros corresponden mayoritariamente al género Neofusicoccum, de la familia Botryosphaeriaceae.
Desde la aparición de esta enfermedad, la Dirección General de Agricultura y Ganadería ejecuta un Plan de Acción específico para controlarla, y ha dictado una Resolución que recoge medidas específicas para las zonas afectadas incluidas dentro del Plan de Acción, como esta ayuda a la replantación, que se vehiculará por medio del Fondo de Garantía Agraria y Pesquera de las Islas Baleares (FOGAIBA), que hoy ha recibido el visto bueno del Consejo de Gobierno para iniciar un expediente de gasto de 900.000 € para la próxima convocatoria de las ayudas, que puede representar la siembra de 45.000 árboles en dos años.
