viernes. 29.03.2024

 

 La última edición de la Vuelta a Ibiza en Mountain Bike ha generado de forma directa e indirecta un volumen de negocio de 1,2 millones de euros, según una investigación realizada por la Universidad de las Islas Baleares (UIB) en base a 477 entrevistas realizadas entre los 1.200 participantes de la prueba.

 

 

Según ha comunicado hoy la organización, a cargo de IbizaSport y el Club Ciclista Sant Antoni, las investigadoras de la UIB, Margarita Alemany Hormaeche y María Antonia García Sastre, calcularon el gasto individual de los corredores durante la Semana Santa de este año, fechas en la que se celebra la prueba ciclista en BBT (Bicicleta Todoterreno), que esta vez alcanzó su VXI edición.

 

 

En la presentación del estudio, que tuvo lugar anoche en la sede del Club Nàutic de Sant Antoni, las investigadoras demostraron que con un gasto medio de 161 euros al día, que es superior a la media de los turistas baleares en temporada baja, de 131 euros al día, "el participante tipo de la Vuelta a Ibiza se gastó 800 euros tras pasar cinco noches en la isla".

 

 

"Una amplia mayoría, ocho de cada diez, duerme en hoteles o apartahoteles, que se ven beneficiados por esta iniciativa de turismo deportivo justo al inicio de la temporada estival", añade la organización.

 

 

Este año, con 1.200 participantes, la prueba contó con el pelotón más grande de todas las ediciones de la vuelta a Ibiza, de los que sólo 177 eran de la isla, y el resto, más de 900, eran visitantes españoles, en un 90% y el resto europeos, de catorce nacionalidades diferentes.

 

 

Para la organización, esto "demuestra el potencial turístico de la prueba", cuyo objetivo es conquistar el mercado extranjero.

 

 

El cálculo suma los 800.000 euros de gasto de los ciclistas y 400.000 euros que gastaron sus acompañantes durante las estancias en la isla "que tienden a alargarse respecto a años anteriores", teniendo en cuenta que el 15 % de los ciclistas "se quedó seis o más noches pese a que la Vuelta constaba de tres etapas", añade la organización.

 

 

El estudio revela la edad de los corredores, que en su mayoría tienen entre 26 y 46 años; y su formación académica: el 65 % ha estudiado formación profesional o una carrera. Además muestran preferencia por acudir a restaurantes que ofrezcan producto local y apuesten por las recetas tradicionales.

 

 

Además, ha permitido saber que las fechas "fueron un gran condicionante para los viajeros" ya que Semana Santa de 2016 cayó en marzo, "encareciendo el viaje de muchos ciclistas", especialmente de los extranjeros, que tuvieron que hacer escala en Madrid o Barcelona por falta de vuelos directos.

 

 

En cuanto a las objeciones de los participantes, se encuentran los 255 euros que les cuesta de media desembarcar en Ibiza con sus bicis, "viniendo de lugares no tan lejanos, como Cataluña o Valencia".

 

 

"El estudio demuestra que la Vuelta a Ibiza puede crecer mucho más, pero, evidentemente, se tiene que mejorar la conectividad aérea", ha explicado la investigadora María Antonia García.

 

Por su parte, el organizador, Juanjo Planells, ha señalado que "los datos demuestran que la carrera es buena para toda la isla".

 

"Nunca habíamos tenido tantas tiendas de bicis en la isla y ahora empezamos a disfrutar de los primeros hoteles adaptados para cicloturistas", ha destacado Planells, para quien "con un empujoncito más" la llegada de deportistas para entrenar en la isla "puede ser continua durante todo el invierno".

 

Planells también ha señalado que el estudio demuestra que el retorno que ofrece la prueba "es enorme", ya que con un presupuesto 280.000 euros, 30.000 aportados por las subvenciones públicas, ha generado más de un millón de euros.

La última Mountain Bike de Ibiza generó 1,2 millones de euros