sábado. 20.04.2024

China y los Bancos Centrales vuelven a la escena

La campaña presidencial americana, incluido el segundo debate del pasado domingo, las primeras publicaciones de resultados empresariales del tercer trimestre, las actas de la Fed, conocidas el pasado miércoles, y las declaraciones de Janet Yellen y de otros miembros de la Fed, han dado como resultado otra semana sin apenas variaciones relevantes en los índices de las principales Bolsas mundiales. Otra semana que, recogiendo las palabras finales nuestro anterior comentario, bien podríamos calificar como "aburrida y anodina".

 

Sin embargo, esa tranquilidad estuvo a punto de romperse el pasado jueves, tras conocerse que las exportaciones chinas han caído más de un 10% en septiembre, un dato que refleja de forma muy gráfica esa desaceleración del comercio internacional de la que alertaba el FMI en su reunión de Washington de la pasada semana.

 

La noticia impactó inicialmente en las Bolsas asiáticas y europeas, haciéndolas caer con fuerza en la sesión del jueves, pero al final las Bolsas americanas se recuperaron por la tarde en la última parte de la sesión, dando paso el viernes a una jornada de cierre semanal bastante positiva, que equilibró los índices. El resultado es que las caídas semanales de las Bolsas americanas se han limitado a un 0,6% en el Dow, un 1% en el S&P y un 1,5% en el Nasdaq. El Eurostoxx y el Dax, por su lado, subieron un 0,8% semanal, y el Ibex el 1,7%, mientras el Nikkei ha cerrado la semana sin cambios. El MSCI Emerging Markets en dólares ha bajado cerca del 2% aunque, si lo miramos por Bolsas, ha habido un poco de todo.

 

Seguimos así en un rango lateral, con movimientos en un rango muy estrecho, y con tendencia muy ligeramente bajista a partir de principios de septiembre. El tercer trimestre fue bueno para todas las Bolsas y, además, para las europeas fue el primer trimestre del año en positivo. Pero el S&P no ha logrado recuperar los niveles cercanos a los 2.200 puntos ni el Eurostoxx los niveles cercanos a 3.100 puntos que vimos a principios de septiembre, y, de momento, la expectativa de una ruptura al alza que muchos tenían tras el mes de agosto, no se ha visto confirmada. La pregunta es si vamos a ver o no esa ruptura alcista de los índices en esta recta final del año, al calor del clásico "rally" de Navidad, que en realidad suele comenzar a partir del Día de Acción de Gracias.

 

Hay varios factores de los que va a depender que haya o no ruptura.

 

El primero son las elecciones norteamericanas. No se trata solo de que Trump salga o no elegido, con la carga de incertidumbre que ello llevaría consigo, sino que, además, empieza a valorarse también el que, en caso de ganar Clinton, el Partido Republicano consiga mayoría al menos en el Congreso y a poder ser también en el Senado, para equilibrar el poder presidencial, un equilibrio ("check and balance") que gusta mucho a los americanos y que se ha demostrado positivo. Esta semana tiene lugar el último y definitivo debate electoral, el miércoles por la noche, y la verdad es que, pese a la ventaja de Clinton, todo sigue abierto.

 

Un segundo factor son los resultados empresariales. Los primeros que se han conocido son mixtos. Tras las malas cifras de Alcoa y el "profit warning" de Ericsson, los tres grandes Bancos americanos que publicaron el viernes, JP Morgan, Citi y Wells Fargo, dieron cifras de beneficios inferiores a las del mismo periodo del pasado año, pero superiores a las estimaciones de los analistas, por lo que fueron bien recibidas e impulsaron al sesión del viernes en Wall Street. Esta semana publican resultados 80 compañías del S&P, incluyendo nombres como Bank of America, Goldman Sachs, IBM, Morgan Stanley, Microsoft, McDonald's, General Electric o American Express. Las estimaciones de consenso son de que los beneficios estén un ligero 0,4% abajo para el conjunto del S&P 500 en el tercer trimestre, tras un año ya de beneficios a la baja. En la zona euro publican ASML, Ericsson, SAP o Daimler, entre otros y empezamos a ver ya cifras de algunos Bancos como Bankinter.

 

Precisamente la banca europea es el tercer factor que va a marcar estos meses finales del año. Aunque esta última semana el sector bancario europeo y español ha mejorado algo a nivel bursátil, los problemas siguen estando ahí y no se limitan a Deutsche Bank y a Monte dei Paschi. Los Bancos americanos han empezado bien la presentación de resultados, y esta semana presentan, como ya hemos dicho, Bank of America, Goldman y Morgan Stanley. Pero, en todo caso, el foco de los problemas está en la banca europea, no en la americana, y hay que esperar a ver las cuentas de los grandes bancos europeos.

 

Finalmente, por encima de todo lo anterior, está el cuarto factor que va a condicionar que haya o no ruptura al alza, y ese factor es la normalización monetaria. Una normalización que es tan necesaria como difícil. Esta semana se publican los IPC de la zona euro y de EE.UU. y hay varias declaraciones de miembros de la Fed, incluido William Dudley, que el pasado viernes dijo que el tipo de interés del bono del Tesoro americano a diez años (T bond) no refleja la realidad económica sugiriendo una subida de tipos en diciembre. Unas declaraciones que tensaron un poco más los tipos de los bonos soberanos, cerrando la semana el del T bond en 1,8%, el nivel más alto desde junio, a pesar de que Janet Yellen habló el mismo viernes de una "high-pressure economy" sugiriendo una economía con inflación subiendo y sin que la Fed mueva los tipos de interés.

 

Vuelven, por tanto, a la escena los Bancos Centrales. Este jueves se reúne el BCE, y se espera que Draghi avance alguna de las medidas que el BCE puede tomar si las actuales siguen sin dar resultado. Es obvio que en el seno de la Fed hay ya división de pareceres (tres miembros, de los diez que votan, se pronunciaron a favor de subir tipos en septiembre) y será interesante ver si esa división llega al BCE, si Draghi intenta ir más allá este jueves o en la próxima reunión.

 

Con el ruido de fondo del final del ciclo monetario impulsado por los Bancos Centrales y con la amenaza de que ese final vuelva a situar a China en el centro de las preocupaciones, nos sorprendería que los resultados empresariales permitan a las Bolsas romper al alza, y nuestra apuesta es que más bien seguiremos una tendencia lateral ligeramente bajista en las próximas semanas.

China y los Bancos Centrales vuelven a la escena
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