Un informe pericial aportado por la administración concursal valora en 60 millones de euros lo que Barceló tendría que haber pagado al grupo Orizonia por quedarse parte de su negocio minorista y aéreo, mientras otro encargado por Barceló cifra el impacto positivo para Orizonia en 39 millones.
Dos peritos que han comparecido hoy por separado en el juicio en el que la administración concursal de Orizonia reclama a Barceló 60 millones de euros han discrepado en la valoración de la operación por la que el grupo Barceló se quedó con 157 agencias de viajes y la aerolínea portuguesa Orbest y asumió a un millar de los alrededor de 5.000 trabajadores de la empresa quebrada.
En su comparecencia en el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Palma que dirime esta demanda de reintegración social, el perito contable que elaboró un informe para la administración concursal ha explicado que valoró Orbest en unos 47 millones de euros y las agencias de viajes del litigio en alrededor de 12 millones.
Ha explicado que para determinar el valor de las agencias tuvo en cuenta que lo adquirido por Barceló fueron los locales, que considera "la llave" del negocio y, en el caso de Orbest, que además de adquirir la licencia de vuelo, ésta llevaba aparejados también tres contratos de arrendamiento de aviones y el personal.
Según el perito, que ha admitido no ser un experto ni el sector turístico ni en el aéreo, para calcular el valor razonable analizó el conjunto de operaciones que suponían los acuerdos con Orizonia para estimar también el potencial de renta futura porque lo que buscaban esos contratos era "trasmitir la capacidad de generar negocio" a Barceló.
Sobre el hecho de que las agencias estaban cerradas porque IATA había suspendido su autorización para emitir billetes y la aerolínea tampoco podía operar vuelos por sí sola, el perito ha señalado que los activos de ambas se podían "regenerar".
Si bien las cuentas anuales del grupo Orizonia estimaban los beneficios de la aerolínea Orbest en unos 200.000 euros en 2012, el perito se basó en la previsión de beneficio bruto de explotación que reflejaba la contabilidad de gestión, de 32 millones, y ajustó esa cifra teniendo en cuenta el arrendamiento de tres aviones porque considera que Orbest no se hubiera vendido sin el resto.
Sin embargo, el perito que elaboró un informe para Barceló ha señalado que la realidad de las empresas es la que refleja la contabilidad financiera y no la de gestión. Ha asegurado que no eran reales ni los 32 millones que esa contabilidad de gestión atribuía como beneficio de la aerolínea ni las pérdidas de 45 millones que achacaba al turoperador.
Este segundo perito ha señalado que los acuerdos económicos tuvieron un impacto positivo para Orizonia de 39 millones euros, porque supusieron un ahorro de 29 millones para el grupo declarado en preconcurso en ese momento y además Barceló realizó inversiones por 10 millones de euros más.
Ha destacado que la negociación se llevó a cabo en un momento en el que la situación económica del grupo Orizonia era de incapacidad para poder continuar sus operaciones, que es cuando se debe realizar la valoración.
Según el especialista, lo que adquirió Barceló en la operación con Orbest fue una licencia de vuelo valorada en 1,6 millones de euros, pero la aerolínea no tenía aviones en propiedad, solo uno subarrendado a Iberworld.
Ha destacado que Orbest no podía seguir operando por sí sola al no tener avión, ni medios informáticos ni capacidad de venta.
