El próximo año en Baleares habrá 10 festivos de apertura comercial y no 16 como hasta ahora. Ello quiere decir que los grandes operadores, y solo ellos, no podrán abrir más que diez festivos al año.
Este es el titular que han publicado todos los medios y detrás del cual se esconde un intenso trabajo de meses en el que se han implicado todos y cada uno de los actores que participamos en el sector comercial: sindicatos, patronales, consumidores y administraciones públicas.
El consenso logrado en esta ocasión en torno a la reforma de la ley de comercio representa un gran avance para el pequeño comercio ante los grandes operadores comerciales que, lógicamente han presionado con todas sus fuerzas para conseguir más días abiertos, y más libertad sin trabas, para instalarse a sus anchas en detrimento de nuestros comercios locales.
Después de años en los que estos grandes operadores habían ganado la partida ya le tocaba al pequeño comercio, necesitado de gestos generosos a favor de nuestro comercio mediterráneo y de proximidad.
La reforma de La ley de comercio no es todo lo ambiciosa que desearíamos desde Pimeco, pero debemos reconocer que supone un paso adelante muy importante. Tenemos que seguir avanzando para lograr la pervivencia de este modelo de comercio tradicional mediterráneo, de proximidad que nos ha caracterizado a lo largo de los siglos. Ese es nuestro objetivo. Para ello deberemos centrarnos a partir de este momento en el modelo comercial a través de Plan Director de Equipamientos Comerciales.
Nos alegramos de que se adopten medidas que dificulten la ampliación de grandes centros Comerciales o la creación de nuevos. En estos casos se deberá disponer de informes de Ayuntamientos y consells que garanticen su sostenibilidad en cuanto a movilidad o medio ambiente.
No olvidemos tampoco que los polígonos no podrán escapar del cierre dominical a través de la figura de las zonas de gran afluencia turística.
Estas medidas son más que suficientes para felicitarnos y también para felicitar a todos los participantes por la voluntad de consenso. Todos los implicados hemos hecho renuncias. Hemos dejado reivindicaciones por el camino por el bien común. Es justo reconocer que, muchos intereses generales del sector se han salvaguardada. Espero, deseo y confío en que este consenso pueda repetirse muchas veces siempre pensando en garantizar la pervivencia de nuestro pequeño comercio.
Ahora queda un paso importante y decisivo, la involucración de todos los grupos políticos con representación parlamentaria para que estas medidadas sean una realidad para el 2017. Desde aquí pido trabajo, consenso y respeto para nuestro sector. Es la hora de la verdad. Es la hora de demostrar que lo que algunos defienden con la palabra también lo confirmen con hecho y que lo hagan rápida.
