España es uno de los países que más estudiantes Erasmus envía por lo que, cada año, miles de jóvenes españoles buscan alojamiento en otros países. En general, la mayoría tiene una buena experiencia pero según una encuesta realizada por HousErasmus+*, analizada por Uniplaces.es, servicio de reserva de alojamiento, uno de cada cinco jóvenes españoles se ha sentido discriminado por ser extranjero cuando buscaba una vivienda en alquiler.
Así, el porcentaje de estudiantes españoles que ha experimentado la discriminación a la hora de buscar alojamiento supera a portugueses, italianos, alemanes y franceses. Para Joaquín Mencía, CEO de Uniplaces en España “estos episodios de discriminación son intolerables por lo que recomienda a los estudiantes que a la hora de buscar alojamiento lo hagan a través de Internet y utilicen plataformas como Uniplaces donde no cabe ninguna discriminación xenófoba. De ahí que para nosotros sea tan importante colaborar en proyectos como HousErasmus+, cuyo objetivo principal es identificar los retos y mejores prácticas en el sector del alojamiento de estudiantes internacionales”.
En este sentido, los datos reflejan que además el 10% de los españoles sintió que era más difícil para ellos encontrar alojamiento en comparación con los estudiantes locales en su misma situación. Mientras que el 8% consideró que tenía que pagar más que los estudiantes locales y el 3% que el trato que recibieron era menos amistoso que con los estudiantes de la región.
Además, el 14% reconoce que experimentó algún intento de fraude cuanto estaba buscando alojamiento en el extranjero.
Problemas más habituales
Según recoge la encuesta, el 59% de los españoles que se trasladaron a otro país a estudiar se alojaron en pisos compartidos y alojamientos privados. De éstos, el 26% tuvo problemas para comunicarse y entender al propietario y, el 21% denunció que las reparaciones no se realizaron en un tiempo razonable. Además, el 19% afirmó que el dueño del alojamiento no le proporcionó la suficiente información, el 15% que le impusieron restricciones en cuanto a recibir visitas o salir y el 13% que tuvo que pagar tiempo adicional aunque no estuviera en la propiedad. Por último, el 12% se queja de que tuvo que pagar “costes ocultos” en el precio del alojamiento y el 6% consideró que la seguridad del barrio al que se trasladó no era la deseada.
“Para evitar el riesgo de sufrir alguno de estos problemas lo mejor es utilizar servicios como Uniplaces ya que hemos estandarizado el proceso de reserva en todos los países en los que operamos, los precios que aparecen en la web son los que tendrá que pagar el inquilino, sin ningún coste adicional, y no existe la opción de un fraude ya que el pago a los propietarios se realiza después de que el estudiante se haya trasladado a la propiedad”, finaliza Joaquín Mencía.
