La Asociación de Promotores Inmobiliarios de Baleares (Proinba) exige a las administraciones que faciliten la edificación de viviendas asequibles, puesto que la demanda duplica las unidades construidas y los compradores son principalmente extranjeros y residentes de alto poder adquisitivo.
"Auguramos un problema serio de falta de vivienda a medio plazo", ha subrayado el presidente de la patronal de promotores, Luis Martín, que ha cifrado en un millar las viviendas construidas este año y en "2.000 o 2.500" la demanda existente en el conjunto de las islas.
"No queremos usar más territorio para llenarlo con cemento, sino usar correctamente el suelo urbano y urbanizable que ya tenemos con las densidades que el mercado pide", ha incidido Martín, que además se ha quejado de la "inseguridad jurídica" que genera la continua modificación de la normativa y la planificación urbanística.
El presidente de Proinba, que será renovado en el cargo en una asamblea que celebrará hoy la asociación, ha recordado que Baleares lidera el crecimiento interanual del precio de la vivienda nueva y de los alquileres, "con tasas cercanas a los dos dígitos", una inflación que deja fuera del mercado a los jóvenes y asalariados locales que no pueden competir con compradores extranjeros.
"No estamos construyendo al nivel de la demanda", ha incidido Martín, que ha precisado que casi la mitad de lo edificado este año son viviendas unifamiliares inaccesibles para el segmento social con más necesidad de vivienda, que son los jóvenes.
Ha resaltado que si existe "demanda de gente joven que quiere vivir en pisos de 40 metros cuadrados" debe ser posible atenderla, pero las restricciones urbanísticas lo impiden, igual que imposibilitan construir bloques de pisos de 15 o 20 plantas para poder ofrecer precios más ajustados.
"Aquí el tema de las alturas es un tabú", ha afirmado Martín, que ha aclarado que no es el propósito de los promotores construir edificios de 20 pisos "en primera línea de mar, pero ¿por qué no se pueden hacer en la calle Aragón?", se ha preguntado.
Ha insistido en que el precio del suelo y las condiciones impuestas por las regulaciones municipales dejan sin cubrir buena parte de la necesidad de vivienda de la población local. "No queremos sacar viviendas a 400.000 euros para el mercado local porque nos las tenemos que comer", ha abundado.
Para el presidente de Proinba "las administraciones dan la espalda a la realidad económica" y generan inseguridad en los inversores con cambios de normativa cada vez más restrictivos.
Además, siguen sin aprobarse las leyes del suelo y la vivienda, y la gran mayoría de los planes generales de ordenación urbana "están obsoletos, vencidos y en permanente revisión", ha lamentado Martín, que se ha quejado específicamente de la modificación la semana pasada de "15 o 20 artículos" del plan de Palma.
Para el dirigente patronal, las regulaciones urbanística pecan de un "punto de vista muy político y muy cortoplacista", sin una visión global y a medio plazo.
