sábado. 27.04.2024

¡¡¡Discutir...no gracias!!!

No discutir con nadie es muy saludable para nuestro bienestar mental y físico. Hace tiempo que deje de discutir por temas personales o profesionales y puedo aseguraros que es una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida.

Me ha quitado el estrés: Las discusiones me resultaban muy estresantes. Me elevaban mi ritmo cardíaco, la presión arterial y los niveles de cortisol. Desde el momento que decidí dejar de discutir, me ayudó a mantenerme calmado y a proteger mi salud mental.

Dejar de discutir ha mejorado mi estado de ánimo: Las discusiones solamente me generaban emociones negativas como ira, resentimiento y tristeza. Al evitarlas, ha mejorado mi estado de ánimo.

Han fortalecido mis relaciones personales y profesionales: Las discusiones dañan nuestras relaciones con familiares, amigos y compañeros de trabajo. Evitarlas nos ayuda a mantener relacione positivas y saludables. Mi esposa está feliz, pues en lugar de discutir al tener criterios opuestos, lo hablamos o sencillamente, empatizamos y cedemos. Querer tener sí o sí la razón, no trae nada bueno a ninguna relación.

Ha mejorado mi calidad de sueño: El estrés de las discusiones me afectaba a mi calidad de sueño. Al evitarlas, duermo mejor y me siento más descansado.

No discutir, ha aumentado mi productividad: El estrés y las emociones negativas generadas por las discusiones afectaba mi capacidad de concentración y rendimiento. Evitarlas me ayuda a ser más productivo y eficiente en mis tareas.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que no siempre es posible evitar las discusiones. A veces, es necesario tener conversaciones difíciles para resolver problemas o expresar nuestro punto de vista. En estos casos, es importante hacerlo de manera respetuosa y asertiva, sin llegar a los gritos o insultos. He de reconocer, que en alguna ocasión, he perdido los nervios y la educación. Os puedo asegurar que me arrepiento de ello y si pudiese volver atrás, no lo volvería a hacer, ya que desde ese momento perdí la razón, la mucha o poca que pudiese tener.

Qué objetivos me marque para dejar de discutir:

  • Ahora escucho atentamente a la otra persona.
  • Expreso mi punto de vista de manera calmada y respetuosa.
  • Sin lugar a dudas, evitar las descalificaciones.
  • Busco un terreno común y soluciones que beneficien a ambas partes.
  • Si la discusión se vuelve tensa: Paro, respiro y vuelvo a hablar más tarde si la otra persona está dispuesta...si no lo está, ya vendrán mejores vientos.
  • En conclusión, no discutir con nadie es dar vitaminas a nuestra salud. Si aprendes a evitar las discusiones de manera efectiva, podrás mejorar tu calidad de vida y tus relaciones con los demás. No es un consejo, es una realidad que vivo y que quiero compartir con vosotros, pues estoy seguro que, además de mejorar tu salud en general y la mental en particular, os hará felices.

¡¡¡Discutir...no gracias!!!