La frase “Hacer dinero es un arte” atribuida al artista plástico estadounidense Andy Warhol, la ha tomado prestada otro artista, esta vez español: C. Tangana.
Si te gustan el trap, rap o los ritmos latinos, probablemente sepas de quién estoy hablando. Sus temas lo petan literalmente allá donde suenan, pero lo que más me llama la atención de este chico es su mentalidad financiera.
C. Tangana o El Madrileño (como se hace llamar últimamente), concedió hace unos meses, una entrevista a la revista Forbes en la que se pone de manifiesto la capacidad de estratega del artista.
Amante y estudioso de la música urbana, encontró una oportunidad dentro de ese género en el mercado español y allá que fue: puso foco y visualizó su nicho de mercado. ¡Aprovechó su oportunidad!
Según sus propias palabras empezó a “darle vueltas a cómo le podía dar de comer eso y cómo podía sacarle rendimiento a algo que él consideraba una joya que ofrecía una perspectiva única y de calidad”.
¿Quién creéis que puede ganar más dinero? ¿Aquella persona que sueña con que le toque la lotería pero sigue con su vida exactamente igual, o la que se ha preparado para aprovechar su oportunidad y rentabilizarla?
Creo que tenemos bastante clara la respuesta, ¿no?
En este caso existen dos tipos de mentalidad claramente diferenciadas: una mentalidad pobre y una rica. El abismo que las separa se llama educación financiera.
La mentalidad pobre está anclada al miedo. Para “salir de pobre” hay que tomar decisiones, hay que arriesgarse, hay que pasar a la acción. Y pese a todo, nadie te asegura que tus ingresos se vean incrementados de la noche a la mañana.
Una mentalidad pobre se aplica aquello de “Virgencita, virgencita que me quede como estoy”. ¿Para qué complicarme si con lo que tengo me basta? Una mentalidad pobre es conformista.
Aquellas personas que poseen una mentalidad rica se distinguen por ser inquietas, tener visión para las oportunidades y ser capaces de tomar decisiones que les conduzcan al siguiente nivel. Una mentalidad rica, arriesga y si no sale bien, aprende de sus errores para intentarlo de nuevo.
¡Despertemos nuestro ingenio! Seduzcamos a nuestro cerebro a hacer cosas, a retarnos para conseguir aquello que queremos.
¿Qué puedes hacer para pasar de una mentalidad pobre a una rica?
- Encuentra tu propósito en la vida, aquello que te mueve.
- No tengas miedo a tomar decisiones. Es algo que hacemos constantemente. Se trata de entrenar a nuestro cerebro a tomar las mejores decisiones posibles.
- Nunca dejes de aprender cosas nuevas. Eso estimula a tu cerebro a seguir aprendiendo. Lo mantiene activo y dispara la creatividad.
- Aprende a compartir. La gente con mentalidad rica es generosa. Pensar en cómo puedo ayudar a otros desarrollará tu abundancia.
- ¡ACTÚA! Deja los lamentos en un cajón y pasa ya a la acción. Si no te gusta el rumbo que toma tu vida, nadie mejor que tú para cambiarlo. Siempre se está a tiempo.
Tener una mentalidad rica no significa necesariamente ser millonario/a. Hay personas que heredan fortunas y las dilapidan con facilidad. Recordad: hacer dinero es un arte. Con una educación financiera adecuada, todos/as podemos participar de ese arte, ¿o no C. Tangana?
