Los nuevos confinamientos y restricciones asociados a la segunda ola de COVID-19 hacen prever el cierre al 10% de los autónomos, lo que en términos absolutos supone unos 300.000 autónomos, de acuerdo con los resultados del último barómetro publicado este miércoles por ATA.
En estas circunstancias, uno de cada tres autónomos se plantea reducir la plantilla, lo que ATA calcula que podría traducirse en una destrucción de 500.000 empleos.
Según el barómetro, un 4% de los autónomos encuestados asegura que lleva con su negocio cerrado desde el pasado mes de marzo, a lo que se suma otro 2,5% que tiene su negocio o actividad cerrados en estos momentos por las nuevas restricciones.
Además, un 60,7% afirma que aunque ha abierto está funcionando al 50% y únicamente el 14,5% de los encuestados asegura que está abierto y funcionando con total normalidad, mientras que hay un 3,7% que reconoce que está funcionando incluso mejor que antes de la pandemia.
Respecto a las ventas, el 84% de los autónomos dice que se ha visto reducida su facturación respecto a la del año anterior, en tanto que el 8,7% asegura que se ha mantenido y un 4,3%, que ha aumentado.
La morosidad continúa siendo un problema para muchos autónomos, ya que uno de cada tres dice que la sufre y el 17,3% habla de morosidad por parte de empresas privadas exclusivamente.
"Se avecina un desastre para autónomos, empresas y trabajadores si no se acompaña de un plan urgente de medidas económicas (...) Se hace urgente establecer desde ya un plan de emergencia, y con vistas a un invierno muy duro, que prorrogue las ayudas existentes hasta el 31 de mayo de 2021, facilite la liquidez e impulse el consumo y la demanda", ha asegurado el presidente de ATA, Lorenzo Amor, en declaraciones recogidas en un comunicado.
