En medio de la marejada del debate político y económico que ha suscitado la implantación de la ecotasa, hoy el impuesto turístico ha cosechado un nuevo apoyo.
El vicepresidente del Gobierno y consejero de Innovación, Investigación y Turismo, Biel Barceló, se ha reunido hoy con representantes de la Junta Directiva de la Asociación para la Revitalización de los Centros Antiguos (ARCA).
Los miembros de la entidad conservacionista han trasladado al Govern el apoyo a la implantación del nuevo tributo turístico. Asimismo han reclamado que tenga carácter finalista y que se invierta en rehabilitar y dinamizar el patrimonio histórico y cultural.
Ello significa que el dinero recaudado no vaya a la caja general de la Comunidad y no se pueda invertir en otros usos que los fijados por el Govern como objetivos estratégicos. Entre estos usos se encuentra el patrimonio pero también el medio ambiente o los proyectos de innovación.
Los representantes de ARCA apuntan a que de esta manera los fondos que se recaudasen revertirían en un turismo de calidad y en el alargamiento de la temporada.
Por otra parte, en cuanto a la modificación de la ley de turismo, los dirigentes de la asociación proteccionista plantean que se restrinjan o supriman las disposiciones que introducen exenciones a la normativa urbanística o que permiten el incremento de volúmenes o de edificabilidad al margen de esta normativa.
Desde ARCA defienden que la ley ofrezca seguridad jurídica y que contribuya a la preservación del territorio y de espacios como la Sierra de Tramuntana.
Finalmente, respecto a la regulación del alquiler turístico, los miembros de ARCA defienden que se sigan criterios orientados a la prevención de la especulación urbanística y el fomento de la conservación del patrimonio histórico.
