viernes. 27.09.2024

Nueve de cada diez viviendas vacacionales que se estan comercializando en estos momentos en el municipio de Palma son ilegales.

 

Así lo pone de manifiesto un estudio elaborado para el Consell de Mallorca por el gabinete CCRS Arquitectes como una de los trabajos previos al PIAT (Plan de Intervención en Ámbitos Turísticos) que se encuentra en estos momentos en fase de redacción.

 

En toda Mallorca el estudio situa en 123.000 las plazas vacacionales que operan actualmente repartidas en más de 19.900 alojamientos diferentes. De todas ellas menos de 34.000 plazas y 5.200 alojamientos estarían registrados correctamente en la conselleria de Turisme.

 

El documento pone enfasis en que actualmente habría en funcionamiento casi 3.200 alojamientos de este tipo en la ciudad con un total de más de 21.200 plazas. Contrariamente a lo que sucede en otras zonas de Mallorca en Palma el 95% de la oferta es urbana y buena parte en fincas de pisos, vulnerando la normativa autonómica actual.

 

A pesar de ello, según este mismo estudio Palma aún se situa en la franja baja en cuanto repercusión del turismo vacacional en ciudades a nivel mundial. Palma sumaría actualmente unas 16 viviendas vacacionales por quilómetro cuadrado. En este sentido supera a ciudades como Madrid, Viena o Boston por poquito pero se queda lejisimos por ejemplo de las más de 150 viviendas de Barcelona o las más de 500 de París.

 

Este estudio fue presentado el pasado mes de diciembre en unas jornadas sobre turismo y territorio pero su contenido paso totalmente desapercibido mediáticamente. De hecho el estudio en cuestión basa buena parte de sus números en la misma fuente que el último estudio sobre turismo vacacional publicado por el colectivo Terraferida. De hecho el documento del Consell es aún más profuso y ofrece más datos en cuanto a diferentes zonas.

 

En sus páginas se alerta de posibles fenómenos que podrían producirse en Palma si continua aumentando la presión vacacional y que ya se han dado en otras capitales como Lisboa o Amsterdam. Una de las consecuencias positivas sería el incremento en la rehabilitación de edificios en el centro de la ciudad y la mejora urbanística. Ello conllevaria un incremento de la inversión extranjera también.

 

Ahora bién, por otro lado se produce un encarecimiento de la vivienda y sobre todo del acceso a ella a través del alquiler. De hecho se pone enfasis en el hecho de que los precios del alquiler en Palma ya han subido en el último año un 7%. Esta es la cifra más alta a nivel estatal y llama más la atención en un momento en el cual en más de la mitad de las capitales de provincias los precios aún se redujeron.

Sólo una de cada diez viviendas vacacionales de Palma funciona de forma legal