viernes. 29.03.2024
ENTREVISTA

“En 2022 y 2023 habrá un boom de reformas hoteleras”

Magdalena Payeras y Guillermo Bauzà reinventan la ingeniería a través de Talat, una empresa que está superando la crisis reforzada

Reinventarse, hacer las cosas diferentes, ofrecer un servicio de calidad por encima de la media y personalizando al máximo el servicio. Estas son algunas de las armas con las que ha conseguido, una empresa llamada Talat, hacerse un hueco cada vez más importante en el sector de la ingeniería y la construcción en Mallorca. Magdalena Payeras y Guillermo Bauzà son las dos caras visibles de esta empresa y las que han impulsado una nueva manera de trabajar que ellos llaman ingeniosofía. Analizamos con ellos el momento de su empresa y del sector en la complicada coyuntura económica en la que vivimos.

 

-Talat es una empresa de ingeniería relativamente atípica. ¿Podrían definirse en primera persona?

-Nuestra base es trabajar en proyectos que nos gusten, en los que creamos y que sigan nuestros principios. Esto siempre se resume en un principio: dar servicio al cliente en todas nuestras líneas de negocio.

 

Lo que importa no es lo que eres sino si consigues dar a alguien el servicio que necesita. Nuestra ventaja es que tenemos un conocimiento técnico que nos permite hacer muchas cosas diferentes. Somos capaces de hacer todo lo que el cliente nos pide.

 

"Lo que importa no es lo que eres sino si consigues dar a alguien el servicio que necesita"

 

-Y esta palabra que usan como lema:  la Ingeniosofía ¿Qué es?

-Es un nuevo concepto marketiniano. Es poner la filosofía de la ingeniería al servicio del cliente y de la empresa, desde crear un sistema de mantenimiento inteligente para mantener una piscina a hasta dirigir la construcción o reforma de un hotel. Hemos conseguido que cuando una persona quiera ejecutar un proyecto tenga un solo interlocutor que aúne las especialidades técnicas, mecánicas y eléctricas. Hay muy poca gente que domine estos aspectos y nosotros hemos conseguido tener técnicos que representan todas estas ramas y tenemos la capacidad de dar este servicio integral al cliente.

 

-¿Cómo ha sido el crecimiento de Talat en estos años?

-Nosotros empezamos en 2008 a partir de una ingeniería pura y dura con dos personas. Entonces empezamos a trabajar con dos viviendas unifamiliares e íbamos cada día a ver los trabajos. Estábamos siempre pendientes del cliente. Se corrió la voz y llegamos a 2012 en plana crisis en un momento en el que cada vez más empresarios y particulares confiaron en nuestra manera personal de concebir los trabajos.

 

Así llegaron las reformas hoteleras como con la cadena Hipotels y seguimos con esta filosofía de estar pendiente del cliente en todo momento. En 2015 estábamos con obras en hoteles de la Playa de Palma, participando en las obras del centro de Rafa Nadal en Manacor, y a la vez ejecutando una docena de casas.

 

En todo este tiempo hemos ido creciendo y cuando acabe este año superaremos el centenar de empleados pero también hemos crecido en servicios.

 

Tenemos una instaladora y seguimos evolucionando. Hemos montado una empresa de mantenimiento y una contratista integral de obras hoteleras. Todo ello mezclado con la idea de hacer las cosas diferentes al resto de empresas poniendo la ingeneria como nexo de unión de ambas.

 

-¿Cuándo habláis de hacer las cosas un poco diferentes; aparte de la parte personal de que hablamos?

-En primer lugar intentamos tener un equipo con formación técnica con perfiles variados:  arquitectos, frigoristas, ingenieros en telecomunicaciones, abogados… El conocimiento técnico es enorme pero aparte está el trato con las personas.

 

Nuestra manera de trabajar es diferente porque tratamos a nuestros trabajadores de forma individualizada e intentamos que trabajen lo más a gusto posible aunque el día a día sea un poco más complicado así como incorporamos a más trabajadores.

 

En nuestra empresa cada uno se marca su horario. La gente puede trabajar en casa, en la obra, en la oficina de Manacor, en Palma…. Allí donde pueda optimizar sus horas. Con esta crisis para nosotros la implantación del teletrabajo no ha sido nada traumática como para otras empresas ya que estábamos trabajando con este sistema.

 

"En nuestra empresa cada uno se marca su horario"

 

-Esto también permite la conciliación entre lo profesional y lo personal…

-A nosotros nos gusta más hablar de integrar más que conciliar. Es un paso que va más allá. Conciliar tiene una connotación de lucha. Creemos que hay que integrar todos los aspectos de la vida en una persona y que no generen contradicción. Esto lo que hace es fidelizar a los trabajadores. Tenemos empleados que han querido venir con nosotros principalmente por este tema más allá de los objetivos de la empresa.

 

Lo complicado de esta ecuación es conseguir que todo ello sea económico para poder ser competitivos en el mercado. Competimos en un mercado que es una selva y el precio es fundamental por lo tanto necesitamos un rendimiento garantizado por parte de los trabajadores.

 

-En un momento de plena crisis aún siguen creciendo y creando empleo. ¿Cómo se consigue esto?

-En el momento en el que nos confinaron el pasado año teníamos tres hándicaps en nuestra contra. El primero fue la suspensión de pagos de Roca Borrás, que nos pilló con una deuda importante por parte de esta empresa. Además un hotel en el que participábamos que paralizó su reforma y a ello tenemos que sumarle los nervios y la inseguridad de los trabajadores a la hora de trabajar juntos en estas circunstancias.

 

Tomamos algunas decisiones complicadas, pero que se han demostrado positivas en el tiempo. La primera fue capitalizarnos todo lo que pudimos con los créditos ICO. Firmamos obras de las que dudábamos y que suponían un riesgo algo más elevado, y concienciamos a nuestros trabajadores para que aportasen lo que pudiesen en estos momentos. Con esto conseguimos dar la vuelta al 2020 y se ha salvado perfectamente.

 

-¿Cómo ha sido el trabajo con la pandemia?

-Desde el primer momento hemos sido muy contundentes con la normativa a adoptar. Creamos los protocolos internos que adaptábamos cada semana. Reuniones con todo el mundo. Incluso contratamos una empresa externa para vigilar que todos los trabajadores cumpliesen con las normas.

 

-¿Cómo analizan el momento por el que está atravesando vuestro sector y que perspectivas ven a corto plazo?

-En cuanto a los proyectos hoteleros sabemos que hay hoteleros propietarios que tienen aún capital y que, ante una temporada que parece floja, puede que aprovechen para mejorar sus establecimientos y tener un producto diferente y revalorizado de cara a la temporada 2022.

 

Los hoteles que se gestionan a través de fondos de inversión adoptan una posición más conservadora y se quedan a verlas venir.

 

Sé que los turoperadores aspiran a conseguir una temporada alta lo más normal posible pero si toda Europa no está vacunada para tener la llamada inmunidad de rebaño será imposible tener un verano turístico decente. Por ello vivimos entre la esperanza y la incertidumbre

 

De todas maneras esta situación no durará ni puede durar tres o cuatro años. La recuperación turística y económica será rápida. Es que la ventaja con respecto a la crisis financiera anterior que vivimos era que entonces no había dinero para aguantar y en esta ocasión sí que lo hay, pero no hay interés aún por invertirlo.

 

Preveo que en 2022 y 2023 habrá un boom total en inversiones hoteleras. Por este motivo estamos trabajando mucho para posicionarnos de cara a estos próximos años que creemos que serán muy buenos.

 

-¿En este boom que anticipan tendrá algo que ver los fondos europeos que ahora las empresas turísticas intentan conseguir?

-Ya hemos notado que las hoteleras empiezan a reactivar su actividad con la expectativa que han generado los fondos europeos Next Generation. Los hoteleros mallorquines ya han pedido gestionar casi 6.000 millones de los 25.000 que tienen que ir al sector turístico. Nosotros participamos en tres de estos proyectos pero también tenemos claro que si el dinero no llega al cien por cien a fondo perdido estos proyectos no se ejecutarán. Si los fondos europeos funcionan en Mallorca habrá dinero para invertir a punta pala en los próximos años.

 

Lo que es de destacar es que han sido las propias empresas las que se han movido para conseguir estos fondos y no las administraciones públicas. Estamos a la expectativa para ver la dificultad o facilidad con que se gestionarán estos fondos. Lo triste seria ver que hay 140.000 millones en general para toda España para usar y que no se aprovechen.

 

"Si los fondos europeos funcionan en Mallorca habrá dinero para invertir a punta pala en los próximos años"

 

-¿Y en cuanto a la vivienda?

-Hasta ahora ha tirado mucho del sector de la construcción. De entrada hay trabajo para un año o dos pero también es lógico que este sector baje algo.

 

Por ejemplo en estos meses de crisis los unifamiliares de lujo no se han parado ni mucho menos. Al revés, ahora se construye más. Es cierto también que ha bajado un poco la inversión en este capítulo. Antes había muchos proyectos de 2 o 3 millones de euros y ahora se sitúan en el millón. Para hacernos una idea del dinamismo que hay comentar que  a nosotros nos entran semanalmente una docena de presupuestos de casas unifamiliares que se hacen en Mallorca.

 

Y en cuanto a los plurifamiliares la actividad tampoco ha bajado y seguirá al alza. Pensemos que solo en el polígono de levante de Palma hay previsión de ejecutar más de 1.000 pisos.

 

 “Nos entran semanalmente una docena de presupuestos de casas unifamiliares que se hacen en Mallorca”

 

-¿Cómo empresarios os habéis sentido respaldados desde las administraciones para afrontar esta crisis?

-Ayudas directas no hemos visto ni una, ya que no somos un sector de primera necesidad. Lo único que se nos ha permitido es endeudarnos más con los créditos ICO. Es verdad que tenemos que dar gracias a esta financiación pero la verdad es que el coste financiero tendría que ser cero.

 

Tuvimos dos meses cerrado como el resto de empresas sin poder trabajar. En esos meses nuestra facturación bajó un 90%. Además vivimos con mucho estrés los cambios constantes de normativa. El presidente salía los domingos a anunciar medidas y después las que aparecían en el BOE no se parecían en nada.

Ha sido un año muy duro en el que consideramos que los empresarios no hemos recibido el apoyo que merecíamos.

 

-En Talat habéis desarrollado un sofware propio para gestionar edificios de forma inteligente ¿Qué aporta de diferente?

-Es un software de gestión de mantenimiento. Ahora se ha puesto de moda digitalizar la gestión hotelera pero hay una parte de esta gestión que son las labores de mantenimiento en donde no se ha dado este paso ya que es lo que menos ve el cliente.

 

Nosotros hemos creado este software integrando toda nuestra experiencia y lo que hemos aprendido y hemos conseguido un producto singular. Solo hay dos empresas más que tengan algo parecido y no es como el nuestro, que ha logrado varias distinciones y premios.

 

Lo hemos creado para instalaciones hoteleras que es donde tenemos un nicho de mercado fuete, es el que conocemos y donde tenemos los contactos. En todo caso es una solución que se puede adaptar en hospitales, industrias o donde se quiera.

 

“En 2022 y 2023 habrá un boom de reformas hoteleras”