domingo. 25.08.2024

Impulsa Balears ha reunido a los miembros de su Patronato, en la que ha sido la primera sesión ordinaria del año.

 

Buena parte de la sesión se ha orientado a abordar el rol que la Fundación puede desempeñar en el actual escenario regional, dominado por la elevada complejidad de la toma de decisiones y la necesidad de trazar, al mismo tiempo, una hoja de ruta que permita rearmar el potencial competitivo de Balears.

 

A raíz de esta última cuestión, el Patronato ha analizado los resultados de una nueva actualización del índice de competitividad global que su Unidad de inteligencia económica realiza trienalmente y que, a partir de hoy, está disponible para todos los interesados a través de la herramienta i|ICG y un nuevo número de la publicación i|posicionament.

 

Dichos resultados señalan, en palabras del director técnico de la Fundación, Antoni Riera que “las islas afrontan el escenario post-COVID con grandes decisiones a tomar sobre los fundamentos de su actual posición competitiva en el entramado regional europeo”.

 

Y es que el índice de competitividad global revela que Balears ocupa la posición 148 del ranking de competitividad global integrado por las 233 regiones de la UE-27, tras perder en el último trienio 16 posiciones.

 

Hoy, las islas, operan en un entorno competitivo que recoge la desvinculación de 35 territorios después de que el 1 de febrero de 2020 se formalizara la salida del Reino Unido. En estos momentos, el liderazgo competitivo lo asume, nuevamente, la región sueca de Estocolmo, acompañada por Flevoland y Holanda Septentrional, Dinamarca-Capital, Utrecht y Alta Baviera en las cinco primeras posiciones.

 

En este terreno, las islas obtienen una puntuación competitiva inferior a la media europea con la que han recorrido el 46,7% del arco de puntuaciones del entramado regional de la Unión, un porcentaje que rebaja sensiblemente el alcanzado tres años atrás (50,6%).

 

En estos momentos, destaca Riera, “Balears requiere centrar la atención de manera urgente en los impulsores de la eficiencia si pretende rearmar nuevas fuerzas competitivas, pues su posición es crítica en los pilares que son clave para el aprovechamiento del talento y, consiguientemente, para incrementar la productividad”.

 

Y es que i|ICG muestra como el archipiélago ha tendido a reforzar sus fortalezas – concentradas, principalmente, en requerimientos básicos de la posición competitiva, como las infraestructuras (posición 24) o la salud (posición 18)–, al mismo tiempo que ha ahondado en sus principales debilidades –relacionas con la educación superior (posición 196), la eficiencia del mercado de trabajo (posición 183) o la capacidad innovadora (posición 148).

Baleares pierde competitividad en Europa y se situa en el puesto 148 de 233 regiones