domingo. 08.09.2024
Cada vez menos jóvenes en España tienen una hipoteca, no solo porque son menos que en el pasado, sino por los problemas de acceso a la vivienda, con lo que el grueso de estos préstamos está en manos de la generación del 'baby boom', entre 45 y 64 años.

 

El Banco de España explica en su informe sobre la situación financiera de las familias publicado este martes que, a lo largo de los últimos años, se ha producido una caída importante de la deuda asociada a la vivienda principal en los hogares más jóvenes.

Las familias solían contraer deudas durante la juventud y afrontaban la compra de la vivienda con cargo a sus rentas futuras, aunque la propensión a endeudarse depende, en cualquier caso, de las preferencias entre una casa en propiedad o en alquiler, así como del acceso a la vivienda y al crédito.

Los hogares de mediana edad endeudados tienden a ser generadores de ahorro, con el que gradualmente amortizan la deuda adquirida, y, por lo general, suelen alcanzar la tercera edad habiendo amortizado el grueso de su deuda, aunque existen instrumentos financieros que les permitirían endeudarse para recibir liquidez monetizando su vivienda.

Por todo ello, la estructura demográfica de un país condiciona el grado de endeudamiento del sector de hogares.

 

Los cambios recientes

Los datos del Banco de España mostraban hasta 2011 una elevada concentración de las hipotecas en los hogares de edad inferior a 45 años, con un porcentaje cercano o superior al 70%, sin embargo, a partir de entonces se evidencia un descenso pronunciado de la deuda en menos de este grupo de hogares, hasta situarse en el 42 % en 2022.

La caída es especialmente acusada en el grupo de hogares más jóvenes, aquellos de edad inferior a 35 años.

Esta evolución, explica el supervisor, podría reflejar el descenso de los hogares jóvenes en España, en un contexto de caída secular de la fecundidad desde mediados de los años setenta y de retraso en la edad de emancipación, pero también una menor propensión a endeudarse por el menor acceso a una vivienda en propiedad.

De hecho, mientras que el porcentaje de hogares con hipotecas para la vivienda habitual se ha mantenido relativamente estable en torno al 28% desde 2014 para el conjunto de la población, su evolución por grupos de edad ha sido heterogénea.

La proporción de hogares jóvenes con este tipo de préstamos se ha reducido de manera considerable.

En 2022, un 40% de los hogares de menos de 45 años tenía un préstamo para la vivienda principal, frente a más del 50 % a finales de la primera década de los 2000.

En cambio, la proporción de hogares con deuda inmobiliaria en la franja comprendida entre los 45 y los 54 años, buena parte de la generación del 'baby boom', se ha elevado desde el 32 % en 2011 al 42 % en 2022.

En cuanto al grupo de hogares de más de 65 años, apenas ha habido cambios, por el carácter residual que la deuda inmobiliaria alcanza en este grupo, ya que aquellos que adquirieron deudas en su juventud una vez llegados a esta edad ya las han amortizado. 

Cada vez menos jóvenes con hipotecas: la dificultad de acceder a la compra de una vivienda
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