Casi 8 de cada 10 de las pequeñas y medianas empresas (pymes) españolas no están preparadas para adoptar la factura electrónica, que será obligatoria a mediados de 2025 para las firmas y profesionales con un volumen de negocio superior a 8 millones de euros.
A un 79% de las pymes la factura electrónica le resulta algo totalmente desconocido y un 86% asegura que no la utilizan en sus transacciones con otras empresas, según una encuesta elaborada por la empresa de tecnología de contabilidad y finanzas para pymes Sage.
Respecto a la facturación entre empresas, la encuesta concluye que el uso de facturas electrónicas entre compañías en España conlleva actualmente grandes dificultades para los negocios, ya que, 1 de cada 4 facturas emitidas por pymes en España resultan difíciles de procesar por falta de información, errores de formato o términos poco claros.
A pesar de que vaya a convertirse en obligatoria, la encuesta señala que solo un 20% de las pymes cree que podría implementarla para 2024 y un 21% sería capaz de hacerlo para 2025.
Las pymes españolas están de acuerdo en que se trata de un paso natural en la digitalización de la empresa, lo que se muestra en que un 60% considera positivo su uso obligatorio y casi dos tercios (un 62 %) creen que aportaría un beneficio tanto para la economía, como para sus negocios.
Además un 57% la considera útil para resolver problemas como los pagos atrasados y un 43% para reducir los errores a la hora de recibir y procesar las facturas de los proveedores.
Respecto a los retos para implantar esta factura electrónica, un 44% asegura que supone un cambio profundo en la forma de trabajar y en los procesos de facturación.
Mientras que un 41% se refiere al desafío de implementar los sistemas de software necesarios y un 37% apunta a la preocupación sobre los costes que eso conlleva por las dudas sobre cómo será la adaptación de los programas que actualmente tienen.
