martes. 02.07.2024

Son Bunyola Hotel & Villas, propiedad de Sir Richard Branson, presenta su Tower Suite 19, una impresionante estancia de 50 metros cuadrados construida sobre la torre del Siglo XIII, que fue el origen del edificio principal de esta emblemática finca

Desde el siglo XIV piratas berberiscos y genoveses atacaban regularmente las costas mallorquinas para saquear sus tierras y bienes. Con el avance de los navíos otomanos desde oriente, el Mediterráneo se convirtió en un mar muy peligroso. Mallorca sufrió devastadores desembarcos en Pollença (1550), Andratx (1552) y Sóller (1561), de los que hoy en día se recrean las batallas de moros y cristianos dentro de un ambiente festivo.

Dada esa situación, y con la finalidad de mejorar la seguridad, en Mallorca se creó un sistema de control del litoral en forma de torres de vigilancia, que instauró uno de los intelectuales renacentistas más célebres de la isla balear: Joan Binimelis (1538-1616). De él partió la idea de crear un sistema de torres por toda la costa de la isla, cuya misión era dar aviso inmediato ante el avistamiento de cualquier nave enemiga

Para ello, el “torrero” utilizaba señales de humo, si era de día, o de fuego por la noche, que eran replicadas de torre en torre hasta llegar a Palma, donde la señal llegaba en más o menos media hora. Una vez avisada la guardia, se activaba el envío de las tropas concentradas en la capital balear, que partían con rapidez para proteger la zona atacada.

Además, cuando la noticia de un desembarco llegaba a las possessions desde los puntos de vigilancia, sus habitantes se preparaban para el posible ataque y se refugiaban en la torre de defensa de la finca.

La gran mayoría de las torres de defensa de las possessions mallorquinas son del siglo XVI, por lo que la de Son Bunyola es una de las más antiguas de Mallorca, puesto que está documentada tres siglos antes (XIII).

Constituyó el origen del actual edificio principal del hotel Son Bunyola, y se sabe que contaba con elementos defensivos como matacanes y aspilleras, desde donde se podían lanzar flechas, piedras o aceite caliente. Así mismo la cubierta de la torre no era una terraza, sino de tejas.

En el siglo XVI, debido al aumento de la inestabilidad en el Mediterráneo por el avance del Imperio Otomano y sus constantes ataques a las costas mallorquinas, la torre mejoró sus capacidades defensivas y sirvió para que los habitantes de la possessió resistieran las incursiones de los barcos que atracaban en la playa de Son Bunyola. La reforma que se llevó a cabo en 1931 eliminó el tejado y sus elementos defensivos, y añadió sus singulares almenas. 

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Hoy, convertida en la exclusiva Tower Suite 19 de Son Bunyola, sus huéspedes no se defienden de ningún ataque pirata sino que se relajan y gozan de unas increíbles vistas de la Sierra de Tramuntana, tanto del mar, como de la montaña.

Mide 50 metros cuadrados, a ella se accede desde el patio central del establecimiento, y se distribuye en 3 alturas: en una está la alcoba, en otra la sala de estar y en la última hay una espectacular terraza con tumbonas, que hace las delicias de sus moradores.

Desde la azotea de la Tower Suite 19 se puede ver Sa Foradada, uno de los enclaves más visitados del litoral de la Sierra de Tramuntana

El interiorismo de la alcoba mantiene el estilo que el estudio mallorquín Rialto Living aplicó en todo el hotel cuando asumió su reforma en 2021, utilizando carpintería y contraventanas de madera, arcos forjados, techos de vigas vistas, vidrio soplado, piedra de Binissalem y suelos de terracota hechos a mano, entre otros materiales y tejidos autóctonos de Mallorca. 

Se trata sin duda de una experiencia única pero no apta para todos los bolsillos. Alojarse en esta estancia con desayuno tiene una tarifa a partir de 1.875 euros por noche pero que llega a los 3.000 euros en plena temporada alta entre el 14 de junio y el 15 de septiembre.

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Así es el alojamiento más exclusivo del hotel de Richard Branson en Mallorca