Este lunes, el alcalde de Palma, Jaime Martínez, inaugurará las obras de reforma integral de la Plaza de España, iniciadas la pasada legislatura y que han durado 571 días.
Aunque el proyecto definitivo de la reforma se aprobó en mayo de 2022 y estaba previsto que las obras empezaran ese mismo septiembre, al final no arranaron hasta febrero de 2023.
También la ejecución se ha ido retrasando, porque si estaba previsto que se prolongaran 15 meses, finalmente casi han durado 19.
Las obras fueron adjudicadas a la empresa Melchor Mascaró por 2,5 millones de euros de los que casi el 82% se han dedicado a la renovación de la plaza y el 18% restante a la sustitución de la red de agua potable y las alcantarillas.
Las obras han supuesto la renovación de los 8.100 metros cuadrados de pavimento, que estaba roto en muchos puntos y era resbaladizo en otros, así como las canalizaciones, parte de las cuales tenían casi 80 años de antigüedad.
Se hicieron catas para la localización de las canalizaciones a renovar y para la planificación definitiva de los trabajos. Emaya ha reemplazado conducciones que datan de 1945 debajo de la plaza y de las calles Marie Curie, Caputxins, Bisbe Perelló y Bastió d"en Sanoguera.
En total han sustituido 381 metros de conducciones de alcantarillado y 535 metros de red de abastecimiento de agua potable, con las correspondientes acometidas y además se han instalado 830 metros de canalizaciones de pluviales para separarlas de las aguas residuales.
El proyecto ha contemplado la demolición y reconstrucción de la fuente que envuelve la estatua de Jaume I, la mejora de las zonas ajardinadas, y la renovación de todo el mobiliario urbano
