Baleares está a la cabeza de las regiones españolas en el mercado inmobiliario de lujo, con precios de viviendas de hasta 50 millones de euros en Pollença y 27 millones en Andratx, según un estudio publicado por Tecnicasa.
De acuerdo con este informe, el mercado inmobiliario de lujo se concentra, además de en Baleares, en Málaga, Madrid, Barcelona, Girona y Alicante.
En el mercado del archipiélago se observa una descentralización de las ubicaciones de lujo fuera de Palma hacia enclaves vírgenes o villas rurales que demandan americanos, alemanes o británicos.
En Madrid, estas ubicaciones se encuentra en los barrios de Salamanca, Justicia, Recoletos, La Moraleja, La Finca; aunque también empiezan a tomar impulso Trafalgar, Malasaña o Pintor Rosales y Ferraz, según ha destacado la directora corporativa de Marketing y Comunicación de Tecnitasa, Ana de la Fuente.
En Marbella, también destacan las 'branded residences' patrocinadas por grandes marcas, como del sector de la moda; así como la demanda de vivienda de lujo para la generación de menores de 30 años o jóvenes empresarios que buscan servicios orientados al lujo.
Incremento de precios sostenido desde 2019
El precio de la vivienda de lujo, de más de 3 millones de euros, se ha incrementado de forma sostenida en España desde 2019 hasta alcanzar el 4,5% en 2024, un encarecimiento que, sin embargo, se ha moderado con respecto al 10,8% que alcanzó el pasado año.
Estas subidas contrastan, por ejemplo, con el 2,29% que protagonizaban los precios de este tipo de viviendas en 2019.
En el caso de Madrid y Barcelona, estas revalorizaciones alcanzan este año el 7,5%, según ha avanzado su director general, José Antonio Muro, quien ha resaltado que, en este tipo de productos, el precio se mueve a otra velocidad.
Descentralización de las ubicaciones
Entre las tendencias que se observan en el mercado de lujo destaca la descentralización de las ubicaciones por la falta de oferta en determinadas zonas y el cambio en el perfil del inversor.
Así, a los tradicionales destinos se unen ciudades secundarias, destinos costeros o desarrollos rurales de lujo (masías en Cataluña, fincas en Baleares, etc).
Estos clientes de viviendas de lujo buscan exclusividad, alta calidad en los materiales, diseño, privacidad, confort, sostenibilidad, personalización, funcionalidad o innovación.
Asimismo, las tendencias también apuntan a las 'branded residences', viviendas que bautizan marcas de renombre internacional con las que se sienten identificados; también a los ecosistemas de lujo y espacios compartidos para quienes valoran vivir en comunidad; o el lujo silencioso para aquellos clientes que valoran los detalles, la personalización, que huyen de la ostentación y que buscan viviendas de muchísima calidad y discreción.
También se están poniendo de moda los mini enclaves sectoriales para aquellos propietarios que comparten una serie de inquietudes, les gusta vivir en esa comunidad o comparten intereses profesionales o culturales (deportistas, directivos tecnológicos, empresarios, etc).
