Tienen una media de 47 años, viajan con la família y 8 de cada diez son extranjeros. Este es el perfil tipo con el que podríamos describir al turista que visita Mallorca y se aloja en vivienda vacacional.
Asi lo revelan los datos del “Estudio del Impacto Social y Económico de las Viviendas Turísticas” que ha sido elaborado por FEVITUR (Federación española de asociaciones de viviendas y apartamentos turísticos) y ESADE.
Este trabajo tiene como objetivo contextualizar del alquiler de vacaciones, conocer la dimensión de su mercado y obtener un buen análisis del impacto económico y social de esta actividad.
Para se desarrollo se tomaron los datos en 6 ciudades representativas: dos grandes capitales –Madrid y Barcelona-, dos núcleos costeros Mallorca y Calpe- y dos ciudades culturales –Granada y San Sebastián.
Los resultados económicos de la actividad en Mallorca son espectaculares. En 2014 más de 1,5 millones de personas usaron esta fórmla de alojamiento. De hecho, casi la mitad de ello no viajarían a ningún lugar en donde no pudiesen usar este tipo de alojamiento.
Los visitantes de vivienda vacacional dejaron en la Isla un gasto de 1.261 millones de euros de los cuales una tercera parte se invirtieron en comercio de proximidad. Si se quitan los gastos de alojamiento quedan 800 millones de euros que se invierten en primer lugar en comer o cenar fuera de casa, en el transporte y e tercer lugar en comprar comida en tiendas locales.
¿Qué valora más este tipo de turista en el alojamiento? Pués en primer lugar la comodidad y la calidez pués desean sentirse de vacaciones pero como en su casa. En segunda instancia una buena ubicación en función de sus intereses; playa, excursiones... En tercer lugar aparece el aspecto económico valorando una buena relación calidad precio.
Este turista reserva en un 97% via internet, tiene una estancia media de 9 noches y se concentra en verano en un 66%.
