El Govern balear intenta cerrar "lo antes posible" un acuerdo interno, entre instituciones y con los sectores afectados para fijar límites al número de cruceros que llegan a Palma a partir de 2022.
El conseller de Turismo, Iago Negueruela, ha subrayado que su departamento negocia para cumplir con este compromiso de la coalición de izquierdas, que va en la línea de otros grandes destinos turísticos del Mediterráneo y que cuenta con el apoyo de patronales del sector vacacional como la hotelera.
A su juicio, la restricción del número de cruceros que llegan al puerto de la capital balear en temporada alta es una medida imprescindible para ""salvaguardar y proteger el turismo".
Negueruela ha respondido de esta forma en el pleno del Parlament a la diputada del PP Salomé Cabrera, que ha criticado "la falta de transparencia y de rigor" del Govern por no hacer públicos los informes que justifican la necesidad de limitar el turismo de cruceros.
A juicio de Cabrera, las diferentes posturas de los partidos del ejecutivo generan confusión respecto a una política que rechazan numerosos operadores turísticos.
"El turismo de cruceros hay que cuidarlo", ha enfatizado la diputada del PP.
