Para la FEHM, las desfavorables manifestaciones realizadas recientemente por el vicepresidente del Govern y conseller de Transición Energética y Sectores Productivos, Juan Pedro Yllanes, ponen de manifiesto, cuanto menos, su enorme irresponsabilidad y su descoordinación con la política y actuaciones del GOIB del cual forma parte.
Además de una absoluta falta de respeto para tantas familias de empresarios y trabajadores que sufren las consecuencias de la pandemia.
La FEHM asegura que "no solo es un agravio contra todos los que llevan soportando casi 20 meses de inactividad, con las consecuencias que ello ha tenido desde el punto de vista social y económico. Recordemos que las empresas siguen esperando las ayudas directas y soportando las mismas cargas fiscales, sino por la repercusión que sus mensajes puedan tener en nuestros principales mercados emisores. Para llegar a las cifras de 2019 los expertos, en el mejor de los casos, sitúan el horizonte temporal de recuperación a partir de 2023".
“Dejémonos de jugar a la confusión y de emitir mensajes contradictorios. En este momento en el que la cadena de valor turística está tan centrada en la recuperación segura del destino, afirma María Frontera, todo aquello que no sea lanzar mensajes alineados con los esfuerzos realizados por la iniciativa público-privada y generen confianza en los mercados emisores, juegan en nuestra contra y nos restan competitividad”.
Desde FEHM exigimos responsabilidad y altura de miras al vicepresidente del Govern que utiliza el cargo para emitir juicios de valor ideológicos, impropios del segundo máximo representante del Govern de las Islas Baleares y máxime en una situación tan complicada como la que nos encontramos, considerada como el peor año de la historia del turismo, la principal industria de Baleares que contribuye al 42% del PIB.
“Cabe destacar que actividad desarrollada por el turismo en 2020 ha sido la equivalente a 20 días de 2019, una debacle que provocado la quiebra de más de 4.000 empresas y que aún continua. No se entiende, por lo tanto, destaca María Frontera, que los mensajes no estén coordinados y enfocados hacia la ansiada recuperación económica y no a incentivar el cierre, la quiebra y la toma de decisiones más por cuestiones ideológicas que por razones de interés general”.
