viernes. 18.10.2024

PIMEM y PIMEC piden un frente común a todas las formaciones políticas tanto de Baleares como de Cataluña para cambiar el actual sistema de financiamiento y donde ambas comunidades son claramente perjudicadas. PIMEM asegura que Baleares necesita de fuertes inversiones en movilidad para el transporte público, educación, sanidad e innovación. En este sentido el presidente de la patronal mallorquina, Jordi Mora, pide unidad política y frente común desde Baleares para un financiamiento singular y que siga el criterio de ordinalidad. “El aumento demográfico que esperamos en Baleares, un millón y medio de cara al 2030 más el impacto de la masificación turística hace que los servicios públicos queden tensionados con lo que comporta más funcionario y más servicios. A eso hay que añadirle los grandes retos de nuestra economía en cuanto a sostenibilidad, innovación y diversificación que también necesitarán de recursos” añade Mora.

Por su parte el presidente de PIMEC, Antoni Cañete, ahondó en la reflexión sobre la necesidad del modelo de financiamiento. Para Cañete “lo que no se puede es seguir con lo que denomina un modelo de financiamiento extractor, es decir, ser de los que más aportamos y los menos recibimos, tanto catalanes como Baleares. “Pedimos dejar el modelo extractor para pasar al tractor como se ha hecho en Alemania donde cambiaron su constitución para mantener el principio de ordinalidad que viene a decir si tú eres el segundo en aportar, tienes toda la solidaridad para seguir generando y produciendo y de esta manera consigues que aquella economía sea tractora y no extractora”. Para Cañete, si no hay este pacto “se gripará” la economía balear y catalana y, si estas dos economías gripan, al final quien sale perjudicada es el conjunto de la economía española.

Reducción de la jornada laboral y la obligación de analizar todas variables que afecten a las pymes

Tanto PIMEM como PIMEC coinciden que tal como está planteada la reducción de la jornada laboral perjudica seriamente a las pymes por lo que se hace indispensable analizar todas las variables y evitar errores que condenen a la desaparición a miles de ellas. Para Mora “un debate de esta envergadura se debe llevar dentro de la negociación colectiva y no se puede hacer de una manera unilateral como lo está haciendo el ministerio en estos momentos. Los costes de esta medida no pueden ser sólo para los empresarios, sino que se debería repartir entre las tres partes, empresa, trabajador y administración”.

Cañete por su parte asegura que lo que se tiene que evitar es caer en un planteamiento populista y saber si es posible llevar a cabo dicha reducción sin perjudicar la competitividad de las empresas. “Tal y como se plantea unilateralmente esta reducción tendría un efecto demoledor en muchos sectores haciendo que muchas pymes y microempresas fueran inviables”.

El presidente de PIMEC aseguró que la reducción de la jornada merece un planteamiento de “tres cientos sesenta grados” y tener en cuenta aspectos investigados y publicados como el haber doblado el absentismo laboral en estos últimos diez años o como España se ha colocado en Europa a la cola en productividad y sólo después de Turquía. Cañete puso un ejemplo concreto sobre lo que pasaría si se aplicara la reducción de la jornada laboral en el caso de las farmacias de Barcelona. Los datos de la patronal catalana señalan que este sector, en un hipotético caso de aplicar la reducción laboral tal como está planteada ahora, necesitaría mil cuarenta y siete personas para cubrir la franja horaria y teniendo en cuenta sus especificidades.

La representatividad, la clave de cualquier negociación en España

El tercer punto tratado por ambas patronales ha sido la representatividad de las pymes en todos los organismos del Estado. Y es que tanto la patronal mallorquina como catalana aseguran que las pymes no han tenido hasta ahora representatividad en el diálogo a nivel estatal que merecían al ser representar 99,8% del tejido industrial español, generar más del 63% del PIB y generar el 70% de la ocupación.

Tanto Mora como Cañete coinciden que es inadmisible que el motor real de la economía española, las pymes, no estén presentes donde se toman las decisiones. Pero el trabajo hecho hasta ahora ha dado un cambio histórico en España. Según Cañete, por primera vez en cuarenta y nueve años “se ha roto el atado y bien atado en el ámbito empresarial y esto tiene una trascendencia muy grande porque cuando se tengan que hacer leyes, tener voz propia, implica decir cómo nos tiene que afectar a nosotros”.

Un ejemplo de no tener representatividad fue la desaparición de Fogasa y dentro de la reforma de la ley laboral en el 2012. Cañete recordó que la entidad, que era muy buena para las empresas de menos de veinticinco trabajadores al no tener voz propia simplemente desapareció.

En España hay sólo tres organizaciones que tiene representatividad, según Cañete, la CEOE, PIMEC y PIMEB y eso hay que añadirle el trabajo que se está haciendo también en Europa donde, tanto la patronal catalana como la balear, están en SMEUnited. Para Toni Cañate ahora se está en el “puente de mando”, donde se toman las decisiones, pero ha tenido que ser Europa quien ha recordado a España la anomalía que se vivía en cuanto a la representatividad de las pymes.

PIMEM solicita un frente balear para negociar un nuevo financiamiento autonómico