martes. 24.09.2024

La portavoz del Ejecutivo de las islas, Pilar Costa, ha explicado que las autoridades alemanas se pusieron en contacto para hacer llegar su preocupación "por imágenes que se habían hecho públicas de sus propios nacionales, para saber qué estaba pasando, qué control había".



Costa ha corroborado las palabras del conseller de Trabajo y Turismo, Iago Negueruela, que en una entrevista al Diario de Mallorca afirma que el Ejecutivo alemán contactó con el español a raíz de esas imágenes, y que se le dijo que estas situaciones se iban a controlar.



De hecho, el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas, advirtió ayer jueves de que podrían ser necesarias nuevas restricciones relacionadas con la pandemia si los turistas en el extranjero no se comportan con responsabilidad, tal y como ocurrió en Mallorca.



Según ha indicado Costa en rueda de prensa, las consecuencias de estos actos repercutían en los clientes de unos establecimientos a los que había que poner freno, porque estos comportamientos "no se pueden permitir".



La portavoz ha recordado que el Ejecutivo autonómico ya puso coto a este "turismo de excesos" con un decreto y ha añadido que todo el sector turístico "está de acuerdo con este objetivo".



Sobre la posible incapacidad legal del Govern de cerrar todos los locales de ocio o que vendan alcohol de cinco calles de Magaluf y Playa de Palma, ha dicho que los afectados son libres de recurrir la decisión y su Ejecutivo será "totalmente respetuoso" con ello.



Pero ha insistido en que Baleares tiene unas cifras sanitarias "que avalan las medidas tomadas" y que, aunque la situación de la pandemia esté controlada, hay que actuar "con total prudencia porque ahora es así, pero pasado mañana podría ser de otra manera".



"No habría peor promoción de cara al exterior que el que nos encontráramos con cifras peores de contagios que las que tenemos ahora", ha sentenciado.

Y acerca de la obligatoriedad del uso de mascarillas, ha recordado que aunque esté en vigor hasta el lunes 20 no se empezará a multar en Baleares por no utilizarlas, sanciones que alcanzarán los 100 euros.



La cantidad de la multa dependerá de factores como que la persona se la haya quitado circunstancialmente para hablar por teléfono, por ejemplo, o que se niegue reiteradamente a ponérsela.



Costa ha insistido en que la intención del Govern balear es concienciar y no recaudar, y ha celebrado que desde que es obligatoria hay una diferencia evidente en la cantidad de personas que las usan en las islas.

 

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