martes. 24.09.2024

 

El Pleno del Consell de Mallorca ha aprobado por solo un voto de diferencia, el Plan de Intervención en Ámbitos Turísticos de Mallorca (PIAT), con el que se limita el número de plazas turísticas y se excluye la posibilidad de construir hoteles rurales en la "part forana".



El citado plan, que recibió 17 votos a favor de las formaciones de izquierdas y 16 en contra de los partidos de la oposición, ha sido descrito por el equipo de gobierno del Consell como una herramienta que ordena y propone un modelo territorial turístico basado "en la contención, el equilibrio territorial, el paisaje y la sostenibilidad".



Según el Consell de Mallorca, los objetivos principales del PIAT "son contener el crecimiento de plazas turísticas definiendo un límite claro y consensuado, evitar la turistificación indiscriminada del territorio y preservar la identidad de los núcleos tradicionales".



El Plan define diez sistemas territoriales, y en cada uno de estos se definen una serie de zonas, que pueden ser turísticas, residenciales y de suelo rústico.



Dentro de las zonas residenciales, define las que son de primera residencia y las de segunda residencia, una subdefinición de zonas residenciales que según el Consell, evita la turistificación, preserva la identidad y el equilibrio territorial en zonas históricamente destinadas a veraneo residencial.


El PIAT reduce el límite máximo de plazas turísticas para Mallorca, que se fija en 430.000 repartidas en una bolsa de estancias turísticas en viviendas y otra de estancias en alojamiento turístico, siguiendo criterios de equilibrio territorial.



Una vez agotado el período de suspensión de licencias, que termina con la aprobación definitiva del Plan y mientras los ayuntamientos adapten los planeamientos, se reduce la bolsa temporal de 43.000 a 32.000 plazas (22.000 para estancias y 10.000 para alojamiento) durante los cuatro años siguientes a la aprobación definitiva del Plan. De esa cifra de plazas de la bolsa, más de 18.000 ya se han consumido en los últimos dos años.



En relación con la distribución de plazas, el Plan define que el uso hotelero sólo se permite en las zonas turísticas, con excepciones; hoteles de ciudad en zonas residenciales, hoteles de interior en centros históricos de zonas residenciales y hoteles rurales y agroturismos en suelo rústico con una serie de condiciones que han de ayudar a preservar la función agrícola y mantener el patrimonio.



También este Plan define, dentro de las zonas turísticas, cuáles son las que necesitan una mayor intervención para mejorar el espacio turístico. De ahí la clasificación en zonas maduras (playa de Alcúdia, Cala Rajada, Font de sa Cala y Can Picafort), saturadas (zonas con una densidad muy alta de plazas turísticas) y maduras y saturadas (Peguera, Santa Ponça, Palmanova, Magaluf, Playa de Palma y s'Arenal de Llucmajor, a las que el PIAT incorpora dos, que son Calas de Mallorca y Cala Millor / sa Coma).



En las zonas maduras y saturadas no se permite planificar plazas turísticas nuevas ni comercializar estancias turísticas en viviviendas (ETH), salvo la modalidad denominada ETH60, que sólo permite su comercialización durante dos meses al año.



Además, el Plan definen medidas de integración paisajística e incluyen parámetros de sostenibilidad territorial con la finalidad de conducir a la isla hacia la eficiencia energética, la gestión del agua e introducir otras medidas destinadas a combatir el cambio climático.



La norma propone un turismo deportivo basado en rutas cicloturísticas y senderistas, y un turismo cultural que se decanta por centros de interpretación relacionados a los sistemas territoriales.



El Plan blinda la isla a los parques temáticos y prohíbe también la ampliación y construcción de campos de golf.

Mallorca aprueba la ordenación de su futuro turístico por un solo voto